Las movilizaciones pierden fuerza ya que se prevé que la reforma sea aprobada
12 mar 2023 . Actualizado a las 13:04 h.Este sábado hubo una nueva jornada de movilizaciones en toda Francia contra la reforma de las pensiones, que retrasa la edad mínima de jubilación dos años, de los 62 años actualmente a los 64. La víspera, Emmanuel Macron respondió a la carta que le enviaron los sindicatos pidiéndole que les recibiera. El presidente de la República dejó claro que no les va a recibir e insistió en que el tiempo del diálogo ya ha tenido lugar y que ahora es el momento de discutir la ley en el parlamento. «La sensación que tienen los trabajadores es que les han hecho un corte de mangas», dijo Laurent Berger, líder del sindicato reformista CFDT, en referencia a la carta de Macron. Considera «asombrosa» la negativa del jefe del Estado a recibirles y pidió «a los que dirigen este país que salgan de esa forma de negación del movimiento social». El líder de la CGT, Philippe Martínez reprochó a Macron que se limite a explicar que su reforma es buena «cuando ya no le quedan argumentos», y le retó a que organice una consulta al país «si tan seguro está de sí mismo». El principal argumento del Ejecutivo es garantizar el equilibrio financiero del sistema en el horizonte del 2030, ya que, si no se hiciera nada, estima que en una decena de años se acumularía un déficit de cerca de 150.000 millones de euros.
Debate en el Senado
Según un sondeo publicado por BFMTV, el 82 % de franceses estiman que el presidente francés debe recibir a los sindicatos para tratar sobre la reforma, aunque el mismo número está convencido de que a pesar de la fuerte oposición de la opinión pública, la ley será aprobada y aplicada. Y esa podría ser quizás la razón por la que ayer las manifestaciones ayer fueron menos nutridas, tanto en París como en otras ciudades de provincia.
Tras la fuerte movilización del 7 de marzo, con el mayor número registrado hasta ahora de gente en la calle para mostrar su oposición al aumento de la edad de jubilación a 64 años, la jornada no alcanzó las expectativas de los organizadores. El cortejo parisino estuvo interrumpido de nuevo por grupos de black bloc que organizaron escenas de violencia. La policía detuvo al menos a 26 personas, y realizó previamente 4.000 controles.
Los senadores, por su parte, siguen discutiendo la reforma, tienen de plazo hasta medianoche de este domingo, y la derecha, mayoritaria, ha acelerado los debates para poder votarla.