Protestas en Georgia contra la ley que silencia a activistas y medios críticos

Brais Suárez
Brais Suárez E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Un manifestante intenta hablar con los policías antidisturbios.
Un manifestante intenta hablar con los policías antidisturbios. IRAKLI GEDENIDZE | REUTERS

Más de 60 detenidos en la represión de las manifestaciones, tras la aprobación en primera lectura en el Parlamento de la ley, similar a la aprobada por el Kremlin

08 mar 2023 . Actualizado a las 19:44 h.

Miles de ciudadanos de Georgia reanudaron este miércoles la movilizaciones contra el proyecto de ley sobre agentes extranjeros, después de los más de 60 detenidos de madrugada durante la represión policial. La ley obliga a registrarse como foráneas a las organizaciones con más de un 20 % de sus fondos provenientes de otros países. La oposición ve la sombra del Kremlin, que desde el 2012 aplica una ley semejante para crear listas negras de oenegés, medios de comunicación y activistas.

Ya antes de la aprobación del texto el martes en primera lectura por el Parlamento, centenares de personas salían a la calle para manifestarse ante lo que consideran una ley represiva y contraproducente para una futura adhesión a la Unión Europea, que Georgia solicitó tras el inicio de la guerra de Ucrania. Los manifestantes, que llevaban banderas de la UE, profirieron gritos contra el presidente ruso y acusaron a los diputados del partido gobernante Sueño Georgiano de ser «esclavos de Putin».

Manifestación este miércoles en Tifilis contra la ley de «agentes extranjeros»
Manifestación este miércoles en Tifilis contra la ley de «agentes extranjeros» IRAKLI GEDENIDZE | REUTERS

Tras la votación, por la tarde, las protestas se intensificaron y fueron reprimidas con violencia. Las autoridades justificaron el uso de gases lacrimógenos y cañones de agua acusando a los manifestantes de «cometer vandalismo y desobedecer a las fuerzas de seguridad». El Ministerio del Interior aseguró que más de 50 policías fueron heridos.

Según sus promotores, la ley está basada en la legislación estadounidense y busca «promover la transparencia». Occidente considera que restringe las libertades y obstaculiza la entrada de Georgia en la UE, que apoyan alrededor del 80 % de los georgianos.

Precisamente, el Gobierno esgrime que busca una «despolarización» y una democracia pura, pero se teme que la ley sea utilizada contra organizaciones civiles a las que ya acusó de servir a intereses ajenos. Estas aprecian que la propia terminología es ofensiva y 60 medios ya manifestaron que no se registrarán como «agente extranjero».

Desde Estados Unidos, donde esta de visita oficial, la presidenta del país, la liberal Salomé Zurabishvili, aseguró que recurrirá al veto presidencial si la ley acaba siendo aprobada en el Parlamento, tras subrayar que la norma «fue redactada bajo el dictado de Moscú».

El primer ministro, Irakli Garibashvili, comentó que el texto «cumple los estándares europeos», pero su partido, aun definiéndose como europeísta, ya demostró que su verdadera prioridad es mantenerse en el poder. De cara a las elecciones del 2024, la polarización no hace sino crecer.