Angelos salvó a 16 pasajeros: «No soy un héroe, solo cumplí con mi deber»

R.P. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

ALEXANDROS AVRAMIDIS | REUTERS

Andreas Alikaniotis, de 20 años, rompió la ventanilla y salvó a diez jóvenes de las llamas en el segundo vagón

02 mar 2023 . Actualizado a las 22:21 h.

Angelos Tsiamouras, un universitario de 18 años, ayudó a salvar la vida a 16 pasajeros del tren de pasajeros que chocó frontalmente con uno de mercancías en la ciudad griega de Larissa, pero se resiste a ser considerado un héroe. «No soy un héroe, solo cumplía con mi deber», dice.

Los medios griegos también recogen la historia de otro héroe, Andreas Alikaniotis, de 20 años, que salió casi ileso del segundo vagón (uno de los que recibió el impacto frontal del mercancías). Arriesgando su vida, rompió la ventanilla y salvó a diez jóvenes pasajeros de las llamas. «Intenté tranquilizar a una chica que estaba en muy mal estado con quemaduras graves», explicó a la prensa este estudiante de Ingeniería Mecánica de la Marina Mercante.

Angelos Tsiamouras, originario de Creta, viajaba el martes en el vagón número 6 del Intercity de regreso a Salónica, en cuya universidad cursa Economía y Administración de Empresas, tras pasar el fin de semana en el carnaval de Patras. «Sentimos tres sacudidas y enseguida entendimos que estábamos en peligro», relató al diario Peloponnisos.

«No pensé en nada más, excepto que tenía que ayudar a mis compañeros. Junto con mi amigo Giorgos corrimos hacia los vagones 3 y 4 para salvar a la mayor cantidad de personas posible y junto con los rescatistas logramos sacar a 16 personas. Todo lo que podía pensar era que tenía que salvar a una persona más. Nada más. Tenía la adrenalina a tope», relató el universitario.

«En el vagón número 3 vimos muchos muertos», afirma Angelos. «Lamentablemente no se pudo hacer mucho. El fuego se había extendido. El vagón número 1 se desintegró inmediatamente, el número 2 fue destruido por el fuego».

«Espero que el Estado asuma ahora sus responsabilidades, para que tragedias similares no se repitan en el futuro», concluye Angelos .