La historia de Julia Faustyna, la cuarta joven que asegura ser Madeleine McCann

La Voz REDACCIÓN

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Póster de la pequeña Madeleine, desaparecida en Praia da Luz en mayo del 2007
Póster de la pequeña Madeleine, desaparecida en Praia da Luz en mayo del 2007 Hugo Correia

Por el momento, ni las autoridades ni el entorno de Maddie se han pronunciado sobre la teoría de Julia, que sigue la estela de otras chicas que aseguraron ser la niña británica desaparecida en el 2007. La familia de la joven polaca mantiene que tiene problemas de salud mental

04 mar 2023 . Actualizado a las 16:41 h.

Una red internacional de trata de personas, dos ciudadanos extranjeros que vivían en el entorno de Praia da Luz o un alemán, Christian Brueckner, que se encuentra en prisión condenado por agredir sexualmente a una mujer. A la desaparición de Madeleine McCann le sobran teorías sobre quién se llevó a la niña el 3 de mayo del 2007 de su hotel de vacaciones en el Algarve y faltan datos reales.

El caso de Julia Faustyna añade más leña al fuego. El testimonio de la joven polaca que dice ser Madeleine McCann ha dado la vuelta al mundo. Pero lo cierto es que enseguida la llama de la esperanza se apagó. A través del perfil que creó en Instagram -@iammadeleinemccan- lanzaba la alerta hace una semana: «Necesito un test de ADN». La joven, de 21 años -edad que no coincide con la de Maddie, que a día de hoy tendría 19 - asegura no conocer sus orígenes. Julia vive en Alemania porque es adoptada y dice padecer amnesia. Añade que su familia no le aclara datos sobre su infancia y, sobre todo, que comparte rasgos físicos con la pequeña británica, como el coloboma, la característica marca que Maddie tiene en el iris del ojo derecho.

«No recuerdo la mayor parte de mi infancia, pero mi primer recuerdo es muy fuerte y se trata de vacaciones en un lugar cálido, donde había playa y edificios blancos o de colores muy claros con apartamentos (...) No veo a mi familia en este recuerdo», dice Julia haciendo referencia a esas vacaciones del 2007 en las que desapareció la hija mayor de los McCann y que no asocia con sus familiares adoptivos.

Los argumentos de Julia

Esta joven polaca repite desde que lanzó su perfil en las redes no haber conseguido obtener datos de su infancia tras múltiples conversaciones con sus padres. Además ha asegurado que sufrió abusos por parte de un pedófilo alemán y dice que es Christian Brueckner, el único sospechoso de la desaparicición de Madeleine, que está en prisión por una agresión sexual.

Julia apunta además que tiene la boca y los dientes muy parecidos a los de la niña británica e incluso ha publicado fotomontajes con el supuesto parecido físico que tiene con Jerry y Kate McCann, los padres de Madeleine: desde varios lunares hasta la forma de la nariz. «Tengo los ojos parecidos, la forma de la cara, las orejas, los labios...y tenía el mismo espacio entre los dientes», relata. 

En la descripción de su perfil de Instagram, la joven polaca dice: «Ayudadme, necesito hablar con Kate y Gerry McCann». Y es que Julia Faustyna mantiene que ha decidido llevar su reivindicación a las redes porque asegura que la policía no le ha hecho caso en ningún momento. 

Qué dicen los McCann

Según el testimonio de Julia, los padres de Madeleine no se han negado a realizarse la prueba de ADN, aunque nadie de su entorno se ha pronunciado públicamente. Lo cierto en esta historia es que ese test no sería necesario porque el material genético de los McCann está en las bases de datos policiales, tanto en Scotland Yard como en la Interpol. 

Hasta el momento, las autoridades policiales no se han tomado en serio el testimonio de Julia y los argumentos de la joven se van resquebrajando: Julia tiene una médium como representante que la ayuda a reivindicar su relato, en estos días ha denunciado el acoso en las redes sociales y tiene a toda tu familia en contra. Sus allegados, echando mano de Facebook, consideran «obvio» que Julia es de los suyos -«tenemos fotos», alegan sobre su infancia- y argumentan que la joven tiene problemas de salud mental: «Le hemos pedido que se detenga», aseguran. Dicen incluso que siempre ha querido ser famosa y que por eso ha comenzado esta batalla. 

El último vídeo del perfil en Instagram de Julia tiene apenas 20 horas y en él, su médium, que conduce la conversación, mantiene que la joven «no se despertó un día y se le ocurrió ser Madeleine McCann», y que para nada está «buscando atención». «Esta joven nunca ha planeado nada y nunca ha pretendido darse publicidad por ser alguien, por ser modelo, o cantante o jugar con los sentimientos de nadie, incluidos los McCann». «Si no os gusta, ¿por qué la seguís?, ha dicho a sus haters en las redes. 

 
 
 
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Julia no fue la primera

Sobre la desaparición de Madeleine McCann se han barajado en 16 años todas las hipótesis posibles, pero ya hubo otras jóvenes antes de la polaca que dijeron ser la pequeña. 

Una influencer llamada Maddie aseguró en el 2022 ser la niña británica, mostrando también su parecido físico publicando unas fotografías. Antes, en el 2019, Harriet Brookes dijo en Twitter ser la pequeña desaparecida basándose también en su marca en el iris del ojo. «Chicos, no suelo creer en las teorías conspirativas, pero honestamente creo que soy Madeleine McCann». Esta joven británica confesó poco después que era una broma y que se le había ido de las manos.

En el 2016 otra joven saltó a los titulares. Era  Embla Jauhojarvi, una chica sueca que llevaba meses desaparecida viviendo por las calles de Roma. Su familia aseguró que tenía problemas de salud mental y que se había marchado de casa.