El topo ruso en la inteligencia alemana debía proporcionar datos de la artillería ucraniana al Kremlin

Juan Carlos Barrena BERLÍN/COLPISA

INTERNACIONAL

Exterior del Kremlin, sede del Gobierno ruso en Moscú.
Exterior del Kremlin, sede del Gobierno ruso en Moscú. MAXIM SHIPENKOV | EFE

Moscú quería información precisa para destruir las piezas y obuses proporcionados por Occidente a Kiev

17 feb 2023 . Actualizado a las 13:19 h.

El topo al servicio de Moscú infiltrado en la inteligencia alemana, detenido poco antes de Navidad, tenía la misión de suministrar al espionaje del Kremlin información detallada de las posiciones por GPS en Ucrania de los modernos sistemas de artillería y defensa antiaérea suministrados por occidente a Kiev.

Las investigaciones del caso apuntan a que Carsten L., oficial destacado del servicio exterior de inteligencia alemán BND, debía proporcionar al FSB, la agencia de espionaje exterior rusa, datos concretos y precisos con la ayuda de su colaborador y correo Arthur E., igualmente en prisión preventiva, para acabar con los sistemas lanzamisiles HIMARS, suministrados a Ucrania por Estados Unidos, y los sistemas antiaéreos Iris-T, entregados por Alemania al ejército ucraniano, revela este viernes el portal Spiegel Online.

La versión digital del semanario germano subraya que, según los responsables de la investigación, es improbable que Moscú llegara a recibir esa valiosa información. El encargo del Kremlin al agente doble y su colaborador refleja la situación en el frente del pasado otoño. Entonces el ejército ucraniano consiguió recuperar territorio conquistado anteriormente por las tropas rusas al este y sureste de su país en una espectacular contraofensiva, gracias en buena parte a los sistemas Himars e Iris-T.

El Fiscal Federal, Peter Frank, acusa a Carsten L. y Arthur E., entre otros cargos, de alta traición y espionaje para una agencia de inteligencia enemiga. El topo fue desenmascarado después de que el BND fuera alertado en otoño sobre la posible existencia de un agente doble en sus filas por una agencia de inteligencia estadounidense.

Carsten L. era conocido entre sus compañeros de trabajo por sus manifestaciones ultraderechistas y, aunque estas eran conocidas para sus superiores, no fue investigado e incluso llegó a ser ascendido, lo que ha dañado apreciablemente la imagen del BND. Tras trabajar durante años en el departamento de «espionaje técnico» de dicha agencia de inteligencia, Carsten L. fue encargado por sus superiores de hacer las verificaciones de seguridad de sus propios colegas, con lo que pudo haber proporcionado a Moscú listas con las identidades de los agentes del BND.

La facilidad con la que pudo suministrar al Kremlin información confidencial han obligado a ese servicio a verificar minuciosamente sus propios sistemas de seguridad interna. Su presunto cómplice Arthur E. fue detenido en enero en el aeropuerto de Múnich al regreso de un viaje a Estados Unidos.

Colaborar con Alemania

El hombre de negocios alemán con raíces rusas hizo ya antes de su retorno una amplia declaración ante el FBI y a su llegada a Alemania ha mostrado su disposición a colaborar con los investigadores germanos. Arthur E. conoció al parecer a Carsten L. durante una fiesta privada en la localidad bávara de Weilheim, lugar de residencia del topo.

El colaborador confeso viajó el pasado año al menos dos veces a Moscú para entregar al FSB material confidencial que Carsten L. había sustraído en el BND. Arthur E. ha afirmado al parecer en sus declaraciones ante los investigadores del caso haber sido un mero instrumento del agente doble. Este habría recibido a cambio de su traición generosos pagos por parte de Rusia.

Spiegel Online destaca que en el registro de una caja de seguridad bancaria a nombre de Carsten L. se encontraron varios sobres con más de 100.000 euros que le fueron entregados por Arthur E. al regreso de sus viajes a Moscú por orden del FSB. Al parecer la inteligencia rusa había dado un alto valor a las informaciones que pudiera proporcionarles su topo alemán y pretendían asegurarse su colaboración a largo plazo con altos emolumentos.