Condenado a 36 cadenas perpetuas el monstruo sexual de Scotland Yard

Íñigo Gurruchaga LONDRES / COLPISA

INTERNACIONAL

El comisionado de la policía metropolitana de Londres, Mark Rowley, este martes, durante su comparecencia ante los medios a las puertas de New Scotland Yard
El comisionado de la policía metropolitana de Londres, Mark Rowley, este martes, durante su comparecencia ante los medios a las puertas de New Scotland Yard DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

El agente Carrick ve reducida su pena a un mínimo de treinta años de prisión por haberse criado en una familia de alcohólicos y por sufrir abusos por parte de su padrastro

07 feb 2023 . Actualizado a las 18:40 h.

El policía David Carrick, uno de los más prolíficos delincuentes sexuales en la historia británica, fue condenado este martes por la jueza Parmjit Kaur Cheema-Grubb a 36 penas de cadena perpetua, con instrucción de que cumpla como mínimo 30 años de prisión. Carrick intentó suicidarse en la cárcel de Belmarsh mientras esperaba el fallo y fue ingresado en un hospital psiquiátrico.

La sesión celebrada en el Tribunal Superior de Inglaterra y Gales fue tan repugnante que la BBC interrumpió frecuentemente la transmisión en directo de la lectura de los hechos por la magistrada, para paliar el impacto psicológico en los espectadores. Cheema-Grubb también suspendió fragmentos de la emisión que podían identificar a las víctimas.

Una de ellas, oficial de la Policía con rango superior al de Carrick, explicó su experiencia a la BBC. Entabló amistad con el agente porque era divertido y vitalista, hasta que un día fue a su casa y la forzó sexualmente. No se atrevió a denunciarlo por temor a su reacción. Es una experiencia que sigue marcando su vida. No quiere oír nunca más su nombre. Lo califica como un monstruo.

El mismo término fue usado por la jueza para un hombre que ha reconocido 85 delitos sexuales, entre ellos múltiples violaciones. En su mayoría fueron cometidas en la región de Hertfordshire, donde vivía, al norte de Londres. Llegó al cuerpo de élite de Scotland Yard para proteger a altos cargos y embajadas. Establecía relaciones a través de plataformas para citas en internet y hacía alarde de su poder, incluyendo la exhibición de su pistola, y de control total, para lo que llegó a encerrar desnuda a una de sus víctimas en un armario a pesar de su pánico.

Su brutalidad fue relatada por la magistrada. Cheema-Grubb redujo la pena porque Carrick creció en una familia en la que los padres bebían en exceso. Además su padrastro habría abusado sexualmente de él. El reconocimiento de sus delitos, cometidos por la personalidad monstruosa que surgía cuando consumía alcohol, también bajó la pena. Al oírla, Carrick no expresó emoción y permaneció impasible mirando al suelo.