Biden quiere aumentar los impuestos a los millonarios y las corporaciones para elevar el gasto social

Miguel Palacio Wert NUEVA YORK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El presidente Joe Biden, el domingo, a su llegada a la Casa Blanca tras pasar el fin de semana en la residencia presidencial de Camp David
El presidente Joe Biden, el domingo, a su llegada a la Casa Blanca tras pasar el fin de semana en la residencia presidencial de Camp David JONATHAN ERNST | REUTERS

El presidente de EE.UU. afronta su tercer discurso del estado de la Unión con la aprobación del límite de deuda todavía pendiente

08 feb 2023 . Actualizado a las 08:35 h.

El presidente Joe Biden llega al discurso de estado de la Unión fortalecido tras los buenos resultados electorales de noviembre, pero con una negociación clave en el horizonte, la del techo de deuda. La oposición republicana —capaz de marcar la agenda del presidente en virtud de su control de la Cámara de Representantes— ya se ha pronunciado: si Biden quiere financiar sus políticas el próximo año, tendrá que recortar el gasto.

El tercer discurso del estado de la Unión de la administración Biden llega en un momento agridulce. El presidente tiene margen para celebrar unos datos económicos positivos, que incluyen una ligera reducción de la inflación y un mercado laboral que parece inmune al pesimismo económico que impera a su alrededor. Al mismo tiempo, la agenda del presidente para los próximos dos años choca frontalmente con los intereses de una oposición republicana que puede condicionar sus opciones. De cara al futuro, el presidente quiere aumentar los impuestos a millonarios y grandes corporaciones al tiempo que se incrementa el gasto social. Ambas medidas contrarias a lo que previsiblemente demandarán los republicanos a cambio de la aprobación de un nuevo límite de deuda.

Escasos apoyos

Además, de acuerdo con los resultados de una encuesta del Washington Post y ABC News, realizada entre el 27 de enero y el 1 de febrero, una mayoría de norteamericanos (un 62 %) consideran que Joe Biden ha conseguido poco en sus dos años como presidente de EE.UU. Simultáneamente, la mayoría del electorado demócrata (un 58 %) considera que el partido debería nominar a alguien distinto a Biden de cara a las próximas elecciones.

Estos datos marcan el inicio del tercer año de la legislatura de Joe Biden y tienen mucho que ver con los últimos cambios que el presidente ha implementado en su administración. Llegar al 2024 con posibilidades de ser reelegido, implica cambiar la percepción de los estadounidenses. De ahí que entre las últimas medidas de organización interna de la administración se cuente la creación de una «oficina de implementación» que, en palabras de Biden «no tendrá más trabajo que el de dar a conocer las cosas que ya hemos hecho».