El Reino Unido vivió un preludio de huelga general con una jornada de paros coordinados

juan francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Trabajadoras en huelga durante la marcha de Londres
Trabajadoras en huelga durante la marcha de Londres TOBY MELVILLE | REUTERS

Educación y transporte fueron dos de los sectores con más movilización

01 feb 2023 . Actualizado a las 22:19 h.

La conflictividad social en el Reino Unido no para de crecer y la posibilidad de una huelga general, la primera en casi un siglo, está cada vez más cerca. Los británicos vivieron este miércoles lo que pareció ser un ensayo de un gran paro nacional, pues los profesores y trabajadores universitarios, ferroviarios, conductores de autobuses y agentes fronterizos interrumpieron sus actividades en demanda de mejoras salariales.

La jornada no solo dejó las cada vez más frecuentes imágenes de piquetes de trabajadores frente a centros de enseñanzas y estaciones de trenes, sino que también fue aprovechada por miles de huelguistas —alrededor de medio millón, según los sindicatos convocantes— para movilizarse por las calles de ciudades como Londres, Birmingham, Bristol, Edimburgo, Manchester, Brighton o Liverpool.

«El Gobierno nos ha forzado a esto al negarse a discutir mejoras salariales», afirmó a La Voz, Brenda O’Neill, una maestra de una escuela del sur de la capital británica, mientras marchaba por el centro de la ciudad con colegas, padres y algún alumno. «Hay compañeros que están teniendo que ir a los bancos de alimentos porque no pueden llegar a fin de mes. ¡Eso es inaceptable!».

Por su parte, John Voake, quien da clases de teatro en una escuela en el centro de Inglaterra, aclaró que la acción no solo busca recuperar el 11 % del poder adquisitivo perdido en la última década por los recortes. «Las demandas salariales son una parte de nuestra reclamación, pero también se trata de contar con más recursos para hacer nuestro trabajo. Ahora estamos trabajando con clases más grandes, lo cual va en detrimento de la calidad», dijo.

Pese a que las autoridades creen que los sindicatos fracasaron en su intento de celebrar una «huelga general de facto», admitieron que la paralización se hizo sentir. Informaron que el 8 % de los colegios no abrieron sus puertas, mientras que el 42 % abrieron, pero funcionaron a medio gas por falta de maestros y de estudiantes.

Por su parte, desde la Unión Nacional de Educadores (NEU, por sus siglas en inglés) aseguraron que el 85 % de las escuelas fueron afectadas por la paralización. A esto hay que sumarle que solo entre el 10 y 20 % de los trenes de cercanías, media y larga distancia operaron.

Desde el Parlamento el primer ministro, Rishi Sunak, criticó la actitud de los sindicatos. «Nuestros hijos merecían estar en la escuela recibiendo clases», dijo, y aseguró que su Administración ya ha atendido algunas de las demandas sindicales. «Les hemos dado a los maestros el aumento salarial más alto en 30 años, el 9 % para los maestros recién calificados y estamos destinando una inversión récord en su capacitación y desarrollo», precisó, y culpó a los laboristas del clima de crispación. El líder de la oposición, Keir Starmer, tachó de «patética» la acusación del premier.

El mes pinta movido. En lo que resta de semana los conductores de autobuses de Londres y los trabajadores ferroviarios volverán a parar, mientras que la próxima semana las enfermeras, los trabajadores universitarios y del Metro harán huelga de nuevo. Los últimos en anunciar que se sumarán a la ola de paros de este mes fueron los bomberos.

Las autoridades se niegan a subir los salarios más allá de la inflación, que cerró en el 10,5 % en el 2022, por temor a un repunte. Sin embargo, los ajustes ofrecidos para algunos sectores de la Administración apenas llegan al 4 %.