Los socialistas franceses celebran su 80.º congreso en medio de una guerra fratricida

asunción serena PARÍS / E. LA VOZ

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Olivier Faure, a su llegada al congreso socialista en Marsella
Olivier Faure, a su llegada al congreso socialista en Marsella GUILLAUME HORCAJUELO | EFE

El alcalde de Ruan disputa al primer secretario el liderazgo del partido y no acepta su reelección, votada la semana pasada

28 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El Partido Socialista (PS) francés celebra este fin de semana su 80.º congreso más dividido que nunca. De hecho, podría costarle su supervivencia si no ponen fin a la guerra fratricida que libran los que quedan.

Esta mañana, en Marsella, debían proclamarse los resultados definitivos de la elección del primer secretario del PS, que tuvo lugar la semana pasada. Normalmente se trata de una simple formalidad. Según la dirección saliente, el primer secretario, Olivier Faure, ha sido reelegido con el 51 % de los votos, y los delegados del congreso no tienen más que respaldar la decisión de los militantes.

Pero el alcalde de Ruan, Nicolas Mayer-Rossignol, que disputa a Faure el liderazgo del partido, contesta los resultados y denuncia las trampas, irregularidades y relleno de urnas. Y ningún bando ahorra en calificativos más o menos despreciativos contra la otra parte, llegando al insulto. Unos dicen que Faure está «loco», mientras que los del campo adversario aseguran que Mayer-Rossignol está «dispuesto a hundir el partido para poder matar a Faure».

Mayer-Rossignol está apoyado por la alcaldesa de Vaulx-en-Velin, Hélène Geoffroy, cuya moción terminó en tercera posición, y han propuesto al actual primer secretario la creación de una dirección colegial que se apoye sobre los resultados de la primera vuelta de la elección, que nadie discute.

Oferta rechazada

Pero Olivier Faure quiere encabezar en solitario el partido y ha escrito una carta a las bases en las que renueva su voluntad de salir de la crisis asociando sus rivales en el seno de la nueva ejecutiva, «como primeros secretarios adjuntos» o ofreciéndoles llevar a cabo «en nuestro nombre colectivo, acciones importantes» como las elecciones europeas o la transformación del partido. Faure reitera esta oferta «sin equivalente en la historia» del partido, pero nadie la ha aceptado. El alcalde de Ruan ha respondido que a él no le compran «con puestos», sobre todo si no están al mismo nivel que su contrincante, pero este le ha respondido que él está «abierto a una animación colegial». «Pero también digo claramente: no aceptaré la instalación de la impotencia a la cabeza con cuatro primeros secretarios», sentenció. La misiva ha alimentado un poco más la desconfianza de sus adversarios, algunos de los cuales ponen como condición sine qua non para poner fin a los hostilidades que Faure se marche.

Para los partidarios del primer secretario, es necesario que gane porque es quien defiende el acuerdo con la Nupes, la unión de izquierdas liderada por la Francia Insumisa. Gracias a ese acuerdo, el PS ha podido tomar algo de oxígeno tras el resultado catastrófico de Anne Hidalgo en las elecciones presidenciales.

Para la Nupes, la consecuencias de una división no se limitarían a las fronteras del partido socialista, ya que Mayer-Rossignol dice que es «un acuerdo electoral del pasado», en el que el Partido Socialista debe ser un aliado «pero no alineado».