El Parlamento griego examina a Mitsotakis por el escándalo de las escuchas telefónicas

Darío Menor ROMA / COLPISA

INTERNACIONAL

Alexis Tsipras señala al primer ministro Kyriakos Mitsotakis, durante  la moción de censura en el Parlamento griego.
Alexis Tsipras señala al primer ministro Kyriakos Mitsotakis, durante la moción de censura en el Parlamento griego. ORESTIS PANAGIOTOU | EFE

El primer ministro conservador supera la moción de censura, motivada por su supuesta implicación en el espionaje a políticos y militares, gracias a su mayoría absoluta

27 ene 2023 . Actualizado a las 16:50 h.

Al primer ministro conservador griego, Kyriakos Mitsotakis, le tocó responder este viernes en el Parlamento heleno de la «distopía orwelliana» que, según el opositor Alexis Tsipras, habría puesto en marcha al ordenar supuestamente a los servicios secretos que realizaran escuchas telefónicas a una treintena de políticos, periodistas y militares.

Este escándalo ha llevado al izquierdista Tsipras, jefe del Ejecutivo de Atenas entre el 2015 y el 2019, a impulsar una moción de censura cuyo resultado positivo para el Ejecutivo se daba por descontado, ante la mayoría absoluta que la formación de centroderecha Nueva Democracia (ND) tiene en el Parlamento griego (compuesto por 300 escaños). Los 156 diputados del partido de Mitsotakis votaron en contra, mientras que toda la oposición votó a favor.

La moción, no obstante, ha conseguido llevar al centro de la atención de la opinión pública una cuestión que, hasta ahora, había pasado casi desapercibida, permitiéndole así a Tsipras intentar desgastar al Gobierno de cara a las próximas elecciones parlamentarias, que todavía no tienen fecha pero que podrían celebrarse en primavera.

Fin del tutelaje de Bruselas

Mitsotakis aceptó el envite de su rival y aprovechó su comparecencia en el Parlamento para defender su inocencia y, sobre todo, sacar pecho por los logros de su Gobierno, particularmente la estabilización económica que, el pasado agosto, permitió que Grecia se librara de la supervisión reforzada de sus cuentas por parte de las instituciones europeas.

El primer ministro conservador logró así poner fin al tutelaje por parte de Bruselas durante los últimos 12 años, en los que se sucedieron tres rescates financieros destinados a evitar la bancarrota del país heleno, que a punto estuvo también de abandonar la eurozona.

«Acepto con gusto la moción de censura, que ganaremos. Hasta que haya elecciones generales, seguiremos haciendo nuestro trabajo», comentó Mitsotakis antes de la votación, muy confiado en salir reforzado y lograr así remontar en las encuestas.

Estas vaticinan una victoria de ND con unos ocho puntos de margen sobre Syriza, la coalición izquierdista liderada por Tsipras, aunque el actual jefe del Gobierno podría no repetir la mayoría absoluta en la próxima cita con las urnas y verse obligado a aliarse con alguna otra formación política para seguir en el poder.

La oposición tiene puestas sus esperanzas en que la moción de censura favorezca que surjan fracturas dentro de las diversas corrientes de ND. No en vano habrían sido objeto de las escuchas algunos miembros del actual Gobierno, como el actual ministro de Trabajo y extitular de Energía y Medio Ambiente, Kostís Jatzidakis.

Hasta el mismo jefe del Estado Mayor 

Según Tsipras, que ha tenido acceso al informe reservado sobre este caso realizado por la Autoridad para la Protección de las Comunicaciones, Jatzidakis y otros personajes afines al Ejecutivo habrían sufrido escuchas para obtener «información útil» que pudiera ser utilizada como «chantaje» en su contra en caso de necesidad. Otras supuestas víctimas de la campaña de espionaje serían el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Konstantinos Floros, y el líder del partido socialdemócrata Pasok, Nikos Andrulakis.

La denuncia de este último fue la que dio pie a la investigación sobre el escándalo, frente al que Mitsotakis se muestra completamente ajeno. Aunque los servicios secretos están supervisados directamente por la oficina del primer ministro, este asegura que no sabía nada de estas escuchas ni por supuesto las había ordenado. El espionaje realizado al parecer por medio del programa Predator, que infecta los teléfonos móviles, significaría una violación de la legislación griega, que únicamente permite interceptar las conversaciones telefónicas cuando existen razones de «seguridad nacional».