Treinta eurodiputados piden a Metsola el veto a Marruecos en la Eurocámara

olatz hernández BRUSELAS / COLPISA

INTERNACIONAL

La presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola
La presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola JULIEN WARNAND | EFE

Exigen para Rabat las mismas medidas aplicadas a Doha a raíz del Catargate

25 ene 2023 . Actualizado a las 20:36 h.

Aumenta la presión dentro de la Eurocámara para que la institución ponga coto a la entrada de representantes de terceros países tras el escándalo del Catargate. Un grupo de treinta eurodiputados, encabezados por Miguel Urbán, de Anticapitalistas, y Ana Miranda, del BNG, pidieron este miércoles a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, que adopte medidas contra Marruecos y que prohíba la entrada de grupos de presión de este país al hemiciclo.

Eurodiputados del grupo de la Izquierda, los Verdes, varios socialistas y un liberal firman esta misiva, que exige que la Eurocámara adopte contra Rabat las mismas medidas que ya aprobó contra Catar, a raíz de la trama de sobornos que involucra a ambos países. En diciembre, la institución aprobó casi por unanimidad una resolución que prohíbe la entrada de representantes cataríes a la Cámara. Además, congeló todas las decisiones que tenían que ver con este país mientras duren las investigaciones.

«El escándalo no se limita a Catar. Hay señales de que Marruecos también pudo interferir en el proceso democrático del Parlamento Europeo, a través de sobornos», destaca la carta. Añade, que Rabat ha influenciado «durante años» las decisiones de esta institución europea, por lo que pide a Metsola que «use sus poderes» para vetar la entrada de representantes marroquíes a la Eurocámara.

Un «socio estratégico»

El documento también hace alusión al reciente viaje del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, a Rabat, donde aseguró que Marruecos es «un aliado de confianza» y un «socio estratégico». Este mensaje va en línea con el de los eurodiputados socialistas españoles, que se quedaron solos junto a una docena de diputados de ultraderecha al votar en contra de una resolución que denunciaba la vulneración de los derechos humanos en el país africano. Los populares españoles no se pronunciaron ni votaron el asunto, que recibió un apoyo mayoritario de la Eurocámara y que expresaba una «profunda preocupación» por las acusaciones contra este país en el marco del Catargate.

El caso ha salpicado a una de las vicepresidentas, Eva Kaili, a varios eurodiputados, antiguos miembros de la Eurocámara y el director de una oenegé. Las últimas revelaciones del diario alemán Der Spiegel señalan a Marruecos como el germen de esta trama en la que también podrían estar involucrados Mauritania y Arabia Saudí.

Los datos a los que ha tenido acceso el periódico alemán sugieren que el Catargate comenzó a gestarse en el 2018 y que la información que ha trascendido hasta ahora es solo «la punta del iceberg». Así, señalan que altos funcionarios cataríes y marroquíes estarían envueltos en la trama de corrupción.

Quien ha negado esta misma semana las acusaciones vertidas contra él ha sido el eurodiputado italiano Andrea Cozzolino. «Nunca he recibido dinero, ni directa ni indirectamente, ni en efectivo ni a través de transacciones financieras, ni para mí ni para ninguna asociación, fundación...», se defendió ante la comisión de Asuntos Jurídicos de la Eurocámara. Este organismo decidirá sobre el suplicatorio que ha presentado la Justicia belga para pedir que se levante su inmunidad y la del eurodiputado belga Marc Tarabella. Los dos están acusados de asociación criminal, corrupción y blanqueo de dinero.