Dina Boluarte rechaza dimitir mientras las fuertes protestas tensionan las calles de Lima

HÉCTOR ESTEPA RÍO DE JANEIRO / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Incidentes hoy en la ciudad peruana de Arequipa.
Incidentes hoy en la ciudad peruana de Arequipa. Denis Mayhua | Europa Press

«Quieren quebrar el Estado de derecho y así tomar el poder», apuntó la presidenta peruana

21 ene 2023 . Actualizado a las 10:06 h.

La crisis política y social de Perú se agrava. Miles de manifestantes, llegados la mayoría de las regiones serranas del sur del país, se manifestaron en Lima contra el Gobierno de la izquierdista Dina Boluarte y el Legislativo. La capital peruana fue escenario de fuertes choques entre las fuerzas del orden y quienes protestaban pidiendo la dimisión de la presidenta. Los manifestantes intentaron dirigirse a la sede del Congreso.

La capital amaneció con un edificio calcinado en el centro de la ciudad y numerosos desperfectos en las calles del casco histórico, tras una jornada que dejó 16 civiles y 22 policías heridos, según las autoridades. A las protestas también se unió parte de la población limeña.

«Quieren quebrar el Estado de derecho, generar caos y desorden y así tomar el poder de la nación», apuntó la presidenta peruana, que se niega a dimitir. Dina Boluarte asumió el poder el 7 de diciembre tras el encarcelamiento de su antecesor, Pedro Castillo, destituido por el Congreso y acusado de rebelión y conspiración al intentar cerrar el Legislativo.

«A los que marchan diariamente, ¿quién los financia? ¿Por qué abandonan a sus familias para salir a la calle a protestar?», se preguntó la mandataria después de mes y medio de manifestaciones, especialmente en las regiones del sur, que dejan ya 55 personas muertas. «El Gobierno está firme y su gabinete más unido que nunca», dijo Boluarte a todos los que piden su dimisión.

Cierre del Congreso

Quienes se manifiestan en las calles reclaman, además de la salida de Boluarte, el cierre del muy impopular Congreso —rechazado por más del 90 % de la población—, la organización de una Asamblea Constituyente que redacte una nueva Carta Magna y, una parte, también la libertad de Castillo. El Ejecutivo peruano considera inasumibles estas peticiones.

También quieren adelantar las elecciones presidenciales a este año. El Congreso logró aprobar, a finales de diciembre, un adelanto de los comicios a abril del 2024, pero esa acción no calmó las protestas. Expertos electorales consideran que es posible, legal y logísticamente, celebrar los comicios en diciembre del 2023, algo a lo que se niegan parte de los diputados de la derecha. Pero incluso la cita electoral del 2024 está en riesgo.

El Legislativo debe celebrar una segunda votación para certificar el adelanto de los comicios al próximo año, pero los acontecimientos de los últimos días han provocado que diputados de izquierda que aprobaron el adelanto al 2024 hayan puesto ahora en duda su voto, condicionando su visto bueno a la aceptación de algunas de las demandas de los manifestantes.

«Ahora el escenario y la coyuntura han cambiado. Ese adelanto de elecciones debe ir acompañado de la consulta popular para una Asamblea Constituyente», dijo al diario El Comercio el congresista izquierdista Edgar Tello.

Las protestas del jueves, en el marco de una jornada de huelga nacional, se replicaron también en las regiones del sur más combativas. Grupos de manifestantes intentaron entrar por la fuerza en los aeropuertos de Cusco, Puno y Arequipa, donde unas 300 personas lograron acceder y fueron repelidas por la policía después de fuertes enfrentamientos.

«Es una situación muy complicada, están aumentando los heridos y los fallecidos. Si no vamos a por una solución política, nuestras fuerzas del orden no van a estar conteniendo. Esto no se va a resolver en términos de fuerza policial o militar», apuntó la defensora del pueblo peruano, Eliana Revollar.

Aumentaron también este jueves los bloqueos de carreteras. Al menos 145 puntos en las vías peruanas fueron cortados, incrementando el desabastecimiento de algunas regiones. Las protestas continuarán en los próximos días y parte de los se manifiestan en la capital están dispuestos a quedarse.