Éxito de los sindicatos en la calle contra la reforma de las pensiones de Macron

asunción serena PARÍS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Un grupo de sindicalistas protestan en las calles de París contra la reforma de las pensiones presentada por el Gobierno de Borne
Un grupo de sindicalistas protestan en las calles de París contra la reforma de las pensiones presentada por el Gobierno de Borne Rachel Boßmeyer | EUROPAPRESS

Cientos de miles de personas secundaron la protesta en toda Francia

20 ene 2023 . Actualizado a las 09:32 h.

Cientos de miles de personas salieron este jueves a la calle por toda Francia para protestar contra la reforma de las pensiones, y su medida clave que alarga la edad de jubilación de 62 a 64 años. Mientras, Emmanuel Macron, que participaba en la cumbre hispano-francesa junto a Pedro Sánchez, defendió desde Barcelona una reforma «justa y responsable». «Hay que hablar en el momento de las elecciones, y en las presidenciales y legislativas que tuvieron lugar hace unos meses, se dijeron las cosas claramente», aseguró el presidente francés, que incluyó esta reforma entre sus promesas electorales.

Pero lo cierto es que la ampliación de la edad legal de jubilación ha servido para que todos los sindicatos aúnen fuerzas, algo que no ocurría desde hace más de diez años. Este jueves, todos los líderes sindicales desfilaron en París tras la misma pancarta en la que se leía «reforma de las pensiones para trabajar más tiempo, no».

Como siempre, hubo guerra de cifras entre el Gobierno y las organizaciones sindicales, que reivindicaban más de un millón de personas en la calle. De hecho, algunos medios, citando fuentes policiales, aseguraban que la cifra de un millón había sido alcanzada sin contar con el cortejo parisino. En cualquier caso, las manifestaciones eran compactas, y en París tuvo que desdoblarse para hacer sitio a todo el mundo.

Los mensajes de las pancartas que llevaba la gente iban todos en la misma dirección: «El trabajo es perjudicial para la salud después de los 60 años», «Ni un día de más, ni un euro de menos», «Menos superbeneficios y más superpensiones».

No faltaron los grupos de ultraizquierda, los llamados black-blocs, que provocaron diversos incidentes durante la manifestación, que dieron lugar a al menos 30 detenciones, según la Prefectura de Policía.

Los sectores más movilizados

En cuanto a la huelga, los sectores más movilizados fueron los de transportes, grupos energéticos y educación. Según el Ministerio de la Función Pública, casi un tercio de los 2,5 millones de funcionarios secundaron este jueves la huelga. En el ámbito educativo, el 42 % de los profesores de primaria y el 25 % de los de secundaria hicieron huelga, según el Ministerio de Educación. En la compañía de ferrocarriles se movilizaron un 46 %, mientras que los huelguistas de las refinerías de Total superaron el 70 %.

En la región parisina, los que no secundaron la huelga optaron por el teletrabajo o por adelantar la salida de casa en coche para evitar los atascos. Sin embargo, muchos turistas se vieron obligados a echar mano de un taxi o simplemente realizar largas caminatas para ver París. Fue el caso de Malik y sus amigos. Habían venido por primera vez a la capital francesa, y se encontraron con que las tres líneas del metro cercanas a su hotel estaban completamente cerradas: «Hemos tenido verdaderamente mala suerte. Venimos de Arabia Saudí. Ayer nos dijeron que podríamos encontrarnos con alguna manifestación, pero no que el metro iba a estar paralizado».

En la misma situación se encontraba Ema, brasileña, que había previsto ir de compras con su madre a una de las grandes galerías del centro de París: «La situación parece difícil, pero espero que podamos encontrar un taxi para poder llegar».

Lolita, una filipina que trabaja a las afueras de París, en Neuilly-sur-Seine, no había logrado convencer a su jefe de que el metro no funcionaba porque en las previsiones anunciaban que había algunos trenes: «Mi jefe me ha llamado para decirme que sí había metro, pero hasta la entrada está cerrada».

Martine, que acaba de empezar su vida de jubilada, tuvo que darse media vuelta y regresar a casa, pero forma parte de esa mayoría de franceses que apoyan las protestas contra la reforma de las pensiones: «Sobre todo porque afecta a ciertas profesiones que son más duras, y tener que esperar hasta los 64 años para jubilarse es demasiado». Sin embargo, también piensa que el resto deberá trabajar un poco más: «Hay que hacer algo para hacer frente a la ampliación de la esperanza de vida y la viabilidad del sistema de pensiones».

Los sindicatos esperan convertir la jornada en una dinámica que obligue al Gobierno a modificar su reforma de pensiones. Para Laurent Berger, líder de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), sindicato reformista, la jornada de este jueves es una primera etapa que muestra «el profundo desacuerdo del mundo del trabajo» con la jubilación a los 64 años.