La defensa del Kremlin de la Gran Serbia tensiona los Balcanes

Ricard G. Samaranch BELGRADO / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Residente serbios pasan por Mitrovica, la ciudad kosovar divida por grupos étnicos.
Residente serbios pasan por Mitrovica, la ciudad kosovar divida por grupos étnicos. FLORION GOGA | REUTERS

Para legitimar la invasión de Ucrania, Putin se ha atribuido el derecho a proteger a los eslavos más allá de la fronteras de la Federación rusa

04 ene 2023 . Actualizado a las 09:52 h.

Entre las justificaciones que ha utilizado el presidente ruso, Vladimir Putin, para legitimar la invasión de Ucrania figura el atribuirse el derecho a proteger a los ciudadanos étnicamente rusos, los eslavos, que viven más allá de los confines de la Federación Rusa. Para ello, ha remodelado el viejo concepto del «mundo ruso», que en su origen era únicamente cultural y religioso, pero no político. Su aplicación a los Balcanes a través del «mundo serbio» está tensionando las costuras de una región muy convulsa.

En Serbia, un tradicional aliado de Moscú y actualmente el país más proKremlin de Europa, el «mundo serbio» se ha puesto de moda entre los medios de comunicación y un sector de la clase política. Para los expertos, no hay duda de que la inspiración viene de Rusia, pues aquí su popularización es más reciente. «Hice una investigación, y el primero en utilizar el término fue un medio de comunicación de Montenegro. Luego, en los últimos años se ha ido extendiendo», explica el analista político serbio, Serdjan Cvijic.

El lugar donde el concepto de «mundo serbio» genera mayores tensiones es en Kosovo, la antigua provincia serbia que declaró su independencia en el 2008 con el apoyo de Washington, pero que Belgrado nunca ha reconocido. Esta semana, el Ejército de Serbia puso a sus tropas en «el más alto nivel de alerta», y desplegó una presencia más robusta en la frontera con Kosovo.

La presencia de los mercenarios de Wagner

El acuerdo que ambos Gobiernos alcanzaron sobre el reconocimiento mutuo de las matrículas en noviembre no ha evitado una nueva escalada de tensiones después del arresto de un policía serbokosovar, lo que llevó al establecimiento de barricadas en varias carreteras que impedían la libre circulación.

En ellas, se ha visto miembros del grupo de mercenarios rusos Wagner, cercano al Kremlin y muy activos en todas las aventuras militares rusas en el exterior. El pasado jueves, los serbokosovares se comprometieron a ir retirando las barricadas tras la liberación del agente de policía.

Aunque la comunidad serbia representa solo un 5 % de la población de Kosovo, este territorio ocupa un lugar cuasi sagrado en el «mundo serbio». El medieval reino de Serbia libró algunas batallas históricas en Kosovo, y por ello allí se sitúan varios monasterios e iglesias de gran valor sentimental para los serbios.

Bosnia-Herzegovina el otro lugar donde el concepto de «mundo serbio» tiene resonancias muy alarmantes, ya que se puede asimilar intuitivamente al de la Gran Serbia de los años noventa. Este fue el término que utilizó el entonces presidente serbio, Slobodan Milosevic, para justificar una política de limpieza étnica sobre todo los bosnios de religión musulmana con el objetivo de anexionar la recién independizada Bosnia a Serbia. En total, se estima que más de 100.000 fallecieron en la guerra de 1992 a 1995.

El actual ministro serbio del Interior de Serbia, Alexánder Vulin, no tiene reparos en equiparar el «mundo serbio» a la Gran Serbia, y en repetidas ocasiones ha dicho que reto de los políticos de su generación es el de «unificar a todos los serbios bajo un mismo Estado». Al ser cuestionados por la prensa extranjera, los dirigentes serbios se limitan a decir que las palabras de Vulin representan «una opinión personal y no reflejan la política del Gobierno». Desde hace más de una década, Serbia está gobernada por el presidente Alexánder Vucic, de tendencia populista y nacionalista.

Los Acuerdos de Dayton, que pusieron fin a la guerra de Bosnia en 1995, establecieron la creación de una entidad autónoma serbia, la República Srpska. Después de años jugando con la idea de la secesión, su líder, el populista Milorad Dodik, anunció a finales del año pasado el lanzamiento de un proceso independentista.

Ahora bien, el analista Cvijic, considera que se ha exagerado el peligro real de una secesión que podría encender de nuevo los Balcanes, la región europea de fronteras más disputadas e inflamables: «Dodik no está loco ni es tonto. Sabe que si declarara la independencia perdería el poder. Rusia no tiene tropas en Serbia, la Unión Europea, sí. Él utiliza la amenaza de la secesión por motivos políticos internos y como estrategia para obtener concesiones».