Los rivales de Donald Trump ya hacen cola

Caroline Conejero NUEVA YORK / COLPISA

INTERNACIONAL

El expresidente Donald Trump,  en la fiesta de fin de año en Mar-a-Lago
El expresidente Donald Trump, en la fiesta de fin de año en Mar-a-Lago MARCO BELLO | REUTERS

Antiguos aliados y alto cargos de su Administración estudian competir con el expresidente en las primarias republicanas a la Casa Blanca

03 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La campaña para las elecciones del 2024 en Estados Unidos parece haber empezado. Y mientras el presidente Joe Biden tiene que confirmar si opta o no a la reelección, Donald Trump afronta unas primarias cada vez más complicadas.

Lo que hace tan solo unos meses atrás parecía territorio exclusivo de Trump, ha comenzado a abrirse rápidamente a medida que muchos notables en el Partido Republicano consideran lanzarse a una candidatura presidencial para el 2024. Según el estatus político del magnate y su influencia en el partido se desvanecen, muchos de sus antiguos aliados y altos cargos exhortan a apoyar a un aspirante diferente a la Casa Blanca y evitar el riesgo de nuevas derrotas.

La veda se ha abierto y un buen número de potenciales rivales para la nominación presidencial republicana sopesan con sus familias los pros y contras de hacer una campaña nacional de dieciocho meses de duración. Tras el deslucido comienzo de su propia campaña, que no ha generado la atención pública que él esperaba, Trump parece condenado cada vez más al olvido entre sus colegas, que le responsabilizan abiertamente de los reveses en las pasadas elecciones intermedias de otoño.

Una campaña de apariencia fantasma, cuya carencia de los elementos básicos como personal, oficinas, consejeros, donantes, e incluso logo y página web, hacen dudar de su seriedad e incluso de su viabilidad. Por si fuera poco, los escándalos y vínculos con extremistas, por no mencionar la cada vez más real posibilidad de que sea imputado por delitos de Estado, han convertido a Trump en material político radiactivo.

El caudal de formidables problemas legales que se ciernen sobre él, desde su papel en el asalto al Capitolio a los documentos secretos hallados en su casa, abre la posibilidad de que el magnate deba invertir los próximos dos años fundamentalmente en su propia defensa, en vez de ganar electores para los republicanos. Por eso, el campo de ambiciones políticas se ha abierto velozmente. 

De Santis a Pence

Sus hipotéticos rivales destacados incluyen a exmiembros de la Administración de Trump, como su antigua embajadora ante la ONU y su jefe de espionaje. También hay que incluir a una serie de líderes con sus propias bases de poder político, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, de 44 años, a quien se considera el sucesor del trumpismo y encabeza las encuestas como favorito.

El exvicepresidente Mike Pence, de 63 años, lleva tiempo ofreciendo señales de querer encabezar una candidatura, pero parece haber frenado sus expectativas y ha dicho que tomará la decisión con su familia durante el receso navideño.

Otros posibles contendientes son la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley, de 50 años, o el saliente gobernador republicano de Maryland y feroz crítico de Trump Larry Hogan, de 66, que ha señalado no sentirse bajo ninguna presión para tomar una decisión.

Por su parte, el anterior secretario de Estado Mike Pompeo, de 58 años, ha anunciado ya abiertamente sus intenciones. Su equipo se ha comunicado con el personal de campaña desplegado en los primeros estados donde los republicanos celebran primarias para estudiar la viabilidad de postularse. En caso de vislumbrar posibilidades de victoria, Pompeo formalizará su candidatura en el primer trimestre del 2023. 

Consultas con donantes

El gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, ha establecido consultas también con sus donantes para determinar su capacidad de financiación de cara al maratoniano proceso de nominación presidencial. Según Hutchinson, la declaración prematura de Trump postulándose a la Casa Blanca el 15 de noviembre ha «acelerado los plazos de tiempo para todos».

La mayoría de los candidatos republicanos que se presenten tendrán que aclarar sus pasadas y presentes conexiones con Trump, en caso de que existan, y definir una nueva agenda para el partido, hasta ahora muy marcada por las directrices del magnate. Una tarea así sería particularmente ardua para el exvicepresidente Pence, cuya vida puso en peligro Trump durante el asalto al Capitolio por su negativa a anular su derrota electoral en el 2020 ante Joe Biden.

Hasta ese momento, Pence fue su hombre leal y jugó un papel importante en atraer a los evangélicos conservadores, claves de la base electoral de Trump. A medida que ha considerado presentarse a la Casa Blanca, su actitud hacia el magnate se ha vuelto más abiertamente hostil. En una entrevista reciente con ABC News, Pence llamó «imprudente» a Trump por algunas de sus iniciativas en el fatídico 6 de enero del 2021 y reconoció por primera vez públicamente el peligro en el que le puso a él, a su familia y a todos los miembros del Capitolio.

El presidente Joe Biden, el pasado domingo.
El presidente Joe Biden, el pasado domingo. JONATHAN ERNST | REUTERS

La incógnita de Joe Biden 

B. Pascual

En el flanco demócrata, Joe Biden ha repetido una y otra vez desde que fue elegido en el 2020 que su intención es optar a la reelección, pese a ser el presidente de más edad de la historia de EE.UU. con 80 años y pese a sus recurrentes meteduras de pata, que han hecho que algunos dentro del Partido Demócrata cuestionen su capacidad para seguir en la Casa Blanca.

Esas voces, sin embargo, han menguado en las últimas semanas debido a los resultados de los demócratas en las elecciones de medio mandato, mejores de lo esperado y atribuidos en cierta medida al mensaje diseñado por la Casa Blanca para alertar a los votantes del extremismo de una parte del Partido Republicano.

En todo caso, Biden aún no ha hecho ningún anuncio oficial sobre su futuro político. En una rueda de prensa en noviembre, tras las elecciones de medio mandato, el presidente dijo que hablaría con su esposa, Jill, para tomar una decisión y postergó cualquier anuncio hasta «principios» del 2023. 

Lista de aspirantes

Si Biden no se presenta, la lista de aspirantes demócratas podría ser larga, aunque ninguno despunta como favorito.

La opción lógica, según marca la historia de Estados Unidos., sería la vicepresidenta Kamala Harris, quien ya se disputó con Biden la nominación demócrata durante las primarias para las elecciones de 2020, pero cuya popularidad ha caído en picado desde que asumió la Vicepresidencia.

Otros aspirantes sobre los que se especula en Washington son el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, que también compitió por la candidatura en 2020, y dos populares gobernadores: Gretchen Whitmer, de Míchigan, y Gavin Newsom, de California.