Urgencias, el drama de la sanidad portuguesa

Brais Suárez
Brais Suárez OPORTO / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Servicio de urgencias en el centro de Oporto.
Servicio de urgencias en el centro de Oporto. BRAIS SUAREZ

Tres equipos médicos han dimitido en señal de protesta, después de que la falta de personal propiciar en agosto la renuncia de la anterior ministra de Sanidad

21 dic 2022 . Actualizado a las 18:36 h.

La sombra de una triple epidemia de momento no parece tan problemática para la sanidad pública portuguesa como la propia organización de sus urgencias hospitalarias. «En este momento, lo que vemos en términos de internamientos y muertes no es muy diferente de los años anteriores a la pandemia, pero la gran novedad ha sido el aumento de consultas en los servicios de urgencia y unidades complementarias de salud», valoraba hace una semana el presidente de la Associação Nacional de Médicos de Saúde Pública, Gustavo Tato Borges.

A inicios de mes, el virus sincitial respiratorio y la gripe provocaron una alta afluencia a las urgencias infantiles, aunque no más internamientos. Precisamente en esa área, varias unidades de pediatría y obstetricia permanecen cerradas en distintas zonas de Portugal por falta de personal.

Dimisiones

De hecho, las carencias de efectivos para cubrir distintos turnos es el principal problema del sector. En señal de protesta, dimitieron los equipos de jefatura de urgencias en dos hospitales de Lisboa y otro de Azores.

En agosto, la falta de personal también propició la dimisión de la anterior ministra de Sanidad, Marta Temido. Ahora, el actual líder de la cartera, Manuel Pizarro, admite que la crisis «no tiene nada de nuevo» y se trata de una situación «crónica», pero que los problemas graves «en cuatro o cinco urgencias» no excluyen que más de 80 unidades «funcionen de forma regular constantemente en el país».

Frente a esto, cerca del 60 % de los casos de urgencias son atendidos por médicos de otros servicios, de acuerdo al medio digital Observador. «El Gobierno (…) sabe que muchas de estas urgencias son atendidas por colegas sin especialidad, que prestan servicio 72 horas seguidas, está todo documentado», decía Jorge Roque da Cunha, secretario general del Sindicato Independente dos Médicos.

Por ejemplo, en el Hospital de São João, en Oporto, hay catorce médicos de familia en urgencias; doce de ellos están en régimen de prestación de servicio. Atienden a los casos menos graves, que acaban desviando a los centros de salud. Por eso, otro de los grandes problemas es la organización del servicio, como acusan representantes del sector.

Con todo, el ministro advierte que es previsible que la presión se prolongue durante tres años, ya que su objetivo es realizar cambios estructurales. De momento, el Ejecutivo abrió más plazas para formación de médicos y los presupuestos ya aprobados para el 2023 destinan casi un 3 % más a personal sanitario que en el 2022. Por su parte, los gestores hospitalarios consideran que no es suficiente, ni en términos de subida salarial ni de contratación.

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