Sunak ve en China un «desafío sistémico» a Occidente

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El primer ministro británico, Rishi Sunak, el lunes, en la cena de gala del alcalde de Londres
El primer ministro británico, Rishi Sunak, el lunes, en la cena de gala del alcalde de Londres TOLGA AKMEN | EFE

El primer ministro británico subraya, no obstante, que se debe evitar una confrontación directa con Pekín al estilo de la guerra fría y reitera su compromiso para apoyar a Ucrania frente a la invasión rusa

29 nov 2022 . Actualizado a las 19:26 h.

Rishi Sunak sigue demostrando sus dotes de estadista y diplomático. Tras rebajar la tensión con la Unión Europea (UE) debido al Protocolo para Irlanda del Norte, pero sin renunciar a su creencia de que el brexit es una bendición para el Reino Unido, el primer ministro británico ha querido hacer lo mismo con China. Así, aunque este lunes calificó al gigante asiático como un «desafío sistémico» a Occidente en su conjunto, el mandatario conservador rechazó definirlo como una «amenaza» y mucho menos consideró factible o útil enfrentarse a Pekín con la misma receta de la guerra fría. 

«Reconocemos que China representa un desafío sistémico para nuestros valores e intereses, un desafío que se agudiza a medida que avanza hacia un autoritarismo aún mayor. En vez de escuchar las protestas de la gente, el Gobierno chino ha escogido reprimirlas con dureza, incluyendo en sus ataques a un reportero de la BBC», afirmó el premier durante su discurso en la cena de gala del alcalde de Londres, una cita que aprovechó para ofrecer su primer gran discurso sobre política exterior. 

Sunak dio por concluida la «era dorada» anunciada por su predecesor en el cargo David Cameron, en la cual los negocios con el gigante asiático se anteponían a las diferencias en materia ideológica y de derechos humanos, bajo «la ingenua idea de que el comercio conduciría automáticamente a la reforma social y política». 

No a la confrontación

Sin embargo, rechazó la opción de un enfrentamiento con Pekín, como algunos en su partido desean. «No podemos ignorar la importancia de China en los asuntos mundiales para la estabilidad económica o el cambio climático. Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón y muchos otros países también lo entienden», dijo y, por ello, propuso lo que llamó «pragmatismo robusto», el cual incluye medidas como cerrar las puertas a empresas chinas para que no entren en sectores estratégicos de la economía británica, como las telecomunicaciones o la energía.

El sutil giro de Sunak busca evitar un choque frontal con Pekín que conduzca a una nueva guerra fría, algo que al parecer no preocupaba a su antecesora, Liz Truss, quien se disponía a calificar a la segunda economía y el país más poblado del mundo como una «amenaza». Algunos influyentes tories, como Ian Duncan Smith, temen que esta nueva postura sea una especie de «apaciguamiento» del siglo XXI. 

El premier también aprovechó su discurso para garantizar su apoyo a Ucrania «el tiempo que sea necesario» para derrotar a las fuerzas de Vladimir Putin.

«Proporcionaremos un nuevo apoyo a la defensa aérea, para proteger al pueblo ucraniano y las infraestructuras críticas de las que depende. Protegiendo a Ucrania, nos protegemos a nosotros mismos», dijo.