Un desertor de una brigada condecorada por Putin se refugia en España

Mateo Balin MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

El soldado ruso Nikita Chibrin.
El soldado ruso Nikita Chibrin.

El soldado Nikita Chibrin, de 27 años, aterrizó el martes en Madrid con la intención de declarar sobre los crímenes de guerra en Bucha , tras un largo periplo por varios países desde su huida en junio a Bielorrusia. Su solicitud de asilo ha sido admitida a trámite

18 nov 2022 . Actualizado a las 19:09 h.

Nikita Chibrin, un soldado ruso de 27 años que desertó el junio pasado de la guerra de Ucrania, ya se encuentra legalmente en España después de que la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) haya admitido a trámite su solicitud de protección internacional, según han confirmado fuentes policiales. El militar nacido en un pueblo al este de Siberia, e integrante de una brigada condecorada por su «heroísmo» por el presidente ruso Vladimir Putin, aterrizó el martes en el aeropuerto de Madrid-Barajas, donde se encontraba en el centro de inmigrantes a la espera de que tramitaran su petición de refugio por motivos políticos.

Chibrin podrá permanecer ahora en territorio nacional con una residencia temporal mientras se examina su expediente administrativo. En las 48 horas que ha permanecido en el centro de Barajas, a donde llegó en un avión comercial procedente de Marruecos, según ha declarado, el soldado ha anunciado su intención de denunciar y documentar ante un tribunal internacional los crímenes de guerra que habría cometido la unidad en la que estaba integrado durante los primeros meses de la guerra en Ucrania.

El uniformado se enroló en el Ejército en junio del 2021 por cuestiones económicas y ocho meses después fue enviado «engañado» a la «operación especial» en Ucrania a través de Bielorrusia, ha dicho a los técnicos de la oficina dependiente del Ministerio del Interior, según han señalado las citadas fuentes policiales.

Chibrin estuvo cuatro meses en Ucrania, hasta su deserción, como integrante de la 64ª Brigada de Fusileros Motorizados de Guardias Separados, una unidad acusada de graves violaciones de derechos humanos en la región de Kiev, en marzo pasado. Este fue el caso de la masacre de Bucha, la ciudad a 37 kilómetros al norte de la capital en la que fueron asesinados más de 450 civiles en el mes de ocupación de las fuerzas rusas, o la menos conocida de la cercana Andriivka, donde se produjeron además saqueos generalizados en casas y establecimientos comerciales.

Se rebeló ante sus jefes

El joven refugiado ha negado su participación en estos crímenes y ha asegurado que no disparó «una sola vez» mientras estuvo en la guerra, ya que fue degradado a tareas de limpieza y mantenimiento tras rebelarse ante sus mandos nada más cruzar al país vecino, el 24 de febrero, el primer día de la invasión. Antes servía como mecánico de la brigada.

El presidente Vladimir Putin llegó a otorgar el título honorífico de «guardias» a esta unidad y elogió su «gran heroísmo y coraje» tras el primer mes de operación especial en suelo ucraniano. Tras irse de la región de Kiev la brigada se trasladó a Buhaikva, una ciudad en la región de Járkov antes de pasar por el frente de Chernóbil.

El 16 de junio pasado logró huir de Ucrania escondido en un camión con destino a Bielorrusia, con el miedo en el cuerpo para no ser descubierto. En ese país de la órbita de Moscú comenzó su periplo de cuatro meses antes de llegar a Madrid. Para ello contó con el apoyo de organizaciones independientes rusas de derechos humanos contrarias a la guerra de Putin. Se trasladó primero a Kazajistán y desde allí pasó por Catar, Túnez y Marruecos antes de aterrizar este martes en Madrid, donde está dispuesto a denunciar los crímenes de guerra que presenció en primera persona.