Bolsonaro, desaparecido de la vida pública porque no puede usar pantalones

La Voz AGENCIAS

INTERNACIONAL

Jair Bolsonaro durante su comparecencia ante la prensa en el palacio Alvorada de Brasilia, tras su derrota electoral, una de sus últimas apariciones públicas
Jair Bolsonaro durante su comparecencia ante la prensa en el palacio Alvorada de Brasilia, tras su derrota electoral, una de sus últimas apariciones públicas ADRIANO MACHADO | REUTERS

«No va a venir en bermudas», afirma el vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao, que justifica la ausencia del político porque este padece una infección en una pierna

17 nov 2022 . Actualizado a las 13:37 h.

¿Dónde está Jair Bolsonaro, desaparecido de la vida pública desde que perdió las elecciones en Brasil? Su vicepresidente, Hamilton Mourao, tiene la respuesta. Padece una infección en una de sus piernas que le impide ponerse pantalones. «Es por un tema de salud. Tiene una erisipela. No se puede poner pantalones, ¿cómo va a venir,  en bermudas?», confirmó Mourao al diario Globo después de asistir a un acto de presentación de las credenciales de embajadores extranjeros.

La erisipela es una enfermedad cutánea causada principalmente por una bacteria que entra en el organismo a través de pequeñas heridas mal curadas, como picaduras de insectos. El tratamiento se realiza con antibióticos y reposo.

La infección que sufre Bolsonaro explicaría así la reclusión que se ha impuesto desde que el 30 de octubre perdiera las elecciones frente a Luiz Inácio Lula da Silva. Desde entonces se ha dejado ver en muy contadas ocasiones, como el día que salió a reconocer a su manera que los resultados electorales no eran los esperados.

También limitó su presencia en redes sociales, a las que solía acudir al menos una vez a la semana para dar su particular parte informativo sobre las acciones de su Gobierno. La última vez que se le vio en estas plataformas fue el 2 de noviembre, para pedir a sus seguidores que cesaran las protestas y los bloqueos que habían impuesto en varias carreteras por el triunfo de Lula.

Su ausencia había sido cuestionada incluso por sus aliados y compañeros de partido, quienes habían venido a cuestionar su figura como líder de la oposición mientras continuaba en silencio, recluido y visiblemente afligido por perder las elecciones.