La oposición asegura que Sunak lidera un Gobierno débil y exige ir a las urnas

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El primer ministro británico, Rishi Sunak, saliendo de su despacho en Downing Street.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, saliendo de su despacho en Downing Street. HANNAH MCKAY | REUTERS

El nuevo primer ministro rectifica otra polémica decisión de Truss y recupera el veto al «fracking» en el Reino Unido

27 oct 2022 . Actualizado a las 09:26 h.

El conservador Rishi Sunak no tendrá el período de gracia del que gozan todos los gobernantes al inicio de su mandato o, al menos, la oposición no está dispuesta a concedérselo. Así se puso de manifiesto este miércoles, en la primera sesión de control al nuevo Ejecutivo británico en la Cámara de los Comunes, en la cual las acusaciones de «falta de integridad» y «debilidad» compartieron protagonismo con las peticiones de que se celebren elecciones generales anticipadas.

«El primer premier de origen asiático es un momento significativo en nuestra historia nacional y es un recordatorio de que, pese a todos los retos a los que nos enfrentamos como país, el Reino Unido es un lugar donde todas las razas y creencias pueden alcanzar sus sueños». Con estas palabras, el líder laborista, Keir Starmer, dio la bienvenida al Parlamento al nuevo mandatario, a quien acto seguido atacó por la aparente contradicción en la que incurrió al designar a Suella Braverman como ministra del Interior, pese a que ella misma dimitió de ese cargo en el Gobierno de Liz Truss tras admitir que había violado las normas de seguridad al compartir información sensible por los canales no previstos.

«La ministra del Interior cometió un error de juicio, lo reconoció de inmediato, elevó el asunto a quien correspondía y admitió su equivocación», replicó Sunak para justificar su decisión de devolver a Braverman la cartera de Interior.

«Prometió integridad, profesionalidad y rendición de cuentas, pero luego recupera a una ministra que fue despedida por su predecesora», insistió Starmer, quien acusó al jefe de Gobierno de «ser tan débil» y de «temer tanto otras elecciones internas en su partido» que aceptó rescatar a la controvertida Suella Braverman para conseguir su apoyo y el del sector del partido que la respalda.

Tanto el laborista como el líder de los liberales demócratas, Ed Davey, solicitaron la apertura de una investigación parlamentaria por el caso de Braverman.

Rishi Sunak ya presidió este miércoles su primera reunión del Gobierno británico en Downing Street
Rishi Sunak ya presidió este miércoles su primera reunión del Gobierno británico en Downing Street DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

Starmer no desaprovechó su primer cara a cara con Sunak para recordarle el escándalo en el que se vio envuelta su esposa, la multimillonaria india Akshata Murty, a principios de año. Murty, hija de un magnate indio de la tecnología, evadió impuestos alegando que no vivía en el Reino Unido.

La propuesta del líder opositor para que se ponga fin a esta figura legal, la cual, según él, permite que el Tesoro pierda anualmente unos 3.000 millones de libras (3.300 millones de euros), fue ignorada por el mandatario. «Tomaremos medidas duras, pero siempre protegiendo a los vulnerables», dijo.

Starmer recogió el guante y replicó: «Dice que está con los trabajadores, entonces ¿por qué no les deja hablar y convoca elecciones generales?».

Sunak aprovechó sus primeras horas como primer ministro para comenzar a corregir los «errores» de su predecesora, Liz Truss. Así, retiró la propuesta para levantar el veto al fracking, la polémica forma extraer petróleo y gas a partir de fracturas hidráulicas.

Downing Street aplaza hasta el 17 de noviembre la presentación de su plan económico

Los mercados deberán esperar, pues el nuevo Gobierno británico ha decidido aplazar durante dos semanas, hasta el 17 de noviembre, la presentación del plan económico con el que pretende restaurar la confianza de los inversores en el Reino Unido.

El anuncio lo hizo este miércoles el ministro de Economía, Jeremy Hunt, quien justificó la demora en que están «afinando detalles» y a la espera de «más precisos diagnósticos sobre el estado de las finanzas públicas».

El anterior Ejecutivo de la malograda Liz Truss fijó para el 31 de octubre la presentación de su programa económico, el cual tuvo que desmantelar para tratar de calmar a los mercados, que consideraron inviable su propuesta de recortar los impuestos a las grandes fortunas y a las empresas, al tiempo que se ayudaba a millones de británicos y empresas a costear los precios de la energía.

Para finales de mes se espera que la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, por sus siglas en inglés) presente su radiografía de la situación de las finanzas del Estado. La prensa británica especulaba este miércoles con que la decisión, adoptada conjuntamente por Rishi Sunak y Jeremy Hunt, busca fijar cuál es la mejor manera de reducir el endeudamiento: recortes en el gasto o una subida de los impuestos. Al parecer, la segunda opción estaría ganando enteros y, por ello, no se descarta un aumento del impuesto a las ganancias sobrevenidas de las petroleras y eléctricas que Sunak impulsó en sus tiempos de ministro de Economía de Boris Johnson.

Durante su primera comparecencia ante la Cámara de los Comunes tras ser designado premier, Sunak reiteró que habrá que tomar «medidas difíciles» para superar la crisis y «restaurar la estabilidad y la confianza». Y, por ello, rechazó comprometerse a elevar los subsidios y las ayudas en paralelo a la inflación. Hasta septiembre, los precios habían crecido un 10,1 %, una cifra histórica.