Miles de iraníes desafían al régimen de los ayatolás ante la tumba de Amini

Mikel Ayestaran ESTAMBUL/COLPISA

INTERNACIONAL

Captura de un vídeo que muestra a una multitud marchando hacia el cementerio iraní en el que fue sepultada Mahsa Amini
Captura de un vídeo que muestra a una multitud marchando hacia el cementerio iraní en el que fue sepultada Mahsa Amini REUTERS

El final del período de luto por la joven kurdo-iraní coincidió con un ataque a una mezquita que dejó 15 muertos y 27 heridos

27 oct 2022 . Actualizado a las 11:01 h.

Miles de personas acudieron este miércoles a Saqqez para conmemorar el final de los cuarenta días de luto por Mahsa Amini. Ni las amenazas del régimen contra la familia ni tampoco la masiva presencia de fuerzas de seguridad pudieron con la marea humana que se acercó hasta el cementerio de esta localidad del Kurdistán de Irán para recordar a la joven de 22 años, cuya muerte a manos de la Policía de la Moral ha provocado las protestas más graves de los últimos dos años.

En este día de final de duelo y disturbios por todo el país, el terror aprovechó para golpear en Shiraz, al sureste del país, y al menos 15 personas —entre ellas varios niños— murieron y 27 resultaron heridas en un ataque a tiros contra la mezquita Shah Cherag en plena oración. Fuentes de seguridad acusaron a «elementos takfiríes wahabíes» (forma de referirse a extremistas musulmanes suníes como el grupo yihadista Estado Islámico) del atentado contra el templo.

Estos grupos ya han golpeado en el pasado en una república donde la mayoría sigue la rama chií del Islam, a la que acusan de herejía.

Disturbios

El período tradicional del luto en Irán dura cuarenta días y esta fecha dio un nuevo impulso a las manifestaciones contra el uso obligatorio del velo en las principales ciudades del país. Saqqez y el resto del Kurdistán fueron una vez más el epicentro de los choques más violentos contra las fuerzas de seguridad.

Fue un día de duelo, protestas en las calles, sentadas en universidades y centros de secundaria y paros en el transporte público. Según los vídeos compartidos desde el cementerio Aichi de Saqqez, los presentes  arremetieron contra el Líder Supremo, Alí Jamenéi, al grito de «muerte al dictador». Amini falleció el 16 de septiembre en un hospital de Teherán en el que ingresó en situación de muerte cerebral después de ser detenida por la Policía por no llevar de manera apropiada su velo.

Las fuerzas del orden aseguran que sufrió un infarto, pero la familia no cree esta versión. El presidente Ibrahim Raisi ordenó abrir una investigación sobre este «desgraciado incidente», ocurrido solo un mes después de que ordenara a las fuerzas de seguridad endurecer los controles sobre las mujeres en las calles.

Raisi y el resto de la cúpula del régimen culpan a Estados Unidos e Israel de instigar los graves disturbios que se repiten en las ciudades de Irán. No hay un balance oficial de muertos y detenidos, aunque las organizaciones de derechos humanos elevan a más de 200 los manifestantes caídos en los choques con la Policía.