Las bandas colocan a Haití al borde de la intervención militar extranjera

Héctor Estepa RÍO DE JANEIRO / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El excomisario policial Jimmy «Barbecue» Cherizier, líder de la coalición de pandillas G9 que se enfrenta a la banda GPEP para ganar nuevos territorios y poner en jaque al Estado
El excomisario policial Jimmy «Barbecue» Cherizier, líder de la coalición de pandillas G9 que se enfrenta a la banda GPEP para ganar nuevos territorios y poner en jaque al Estado Ralph Tedy Erol | REUTERS

Las pandillas controlan un 70 % del territorio del país más pobre de América

17 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Haití se desmorona, acercándose a una nueva intervención militar de fuerzas extranjeras. Un 70 % del territorio del castigado país caribeño está ya controlado por las bandas armadas, unas pandillas que dominan incluso buena parte de la capital, Puerto Príncipe, y lugares tan importantes como los centros de distribución de petróleo.

Esas bandas han instaurado el terror, paralizando la actividad económica y haciendo estallar la violencia en las calles.

Las pandillas causaron casi un millar de muertes desde enero hasta junio en la principal ciudad del país, secuestrando, al mismo tiempo, a unas 700 personas.

Desde entonces, la situación ha empeorado. En apenas una semana, en julio, más de dos centenares de personas fueron asesinadas en Puerto Príncipe, generando, al mismo tiempo, un éxodo de la capital, donde las escuelas están cerradas y los centros médicos que funcionan lo hacen bajo mínimos y en constante amenaza.

La situación del país caribeño se fue debilitando durante años y se agravó en julio del 2021, cuando fue asesinado el entonces presidente, Jovenel Moise, a manos de un grupo de mercenarios extranjeros, parte de ellos colombianos. Su sustituto al mando del país, el muy cuestionado primer ministro Ariel Henry, pidió el pasado viernes la intervención en Haití de una «fuerza armada internacional especializada» para hacer frente a la crisis de seguridad. Ayer, Estados Unidos y Canadá empezaron a enviar material antidisturbios, como primer paso.

Henry envió una misiva al secretario general de las Naciones Unidas (ONU) António Guterres. «El apoyo que solicitamos debe ayudarnos a recuperar el control de la situación, a restablecer la autoridad del Estado, a garantizar el respeto del Estado de derecho y a prever en un futuro próximo la vuelta al funcionamiento normal de las instituciones democráticas», reclamó Henry, cuya legitimidad en el cargo es muy cuestionada.

El primer ministro, que ha postergado las elecciones tras un lustro sin comicios, ha sido relacionado en Haití tanto con el asesinato de Moise como con el estallido de la violencia de las pandillas, que responden, según varios investigadores, a personas o grupos con grandes intereses económicos.

La retirada del subsidio de combustibles decretada por Henry, en agosto, desató unas masivas protestas antigubernamentales que continúan ocho semanas después, sumiendo más todavía en la incertidumbre a un país, el más pobre del hemisferio occidental, donde recientemente ha vuelto a estallar el cólera, enfermedad que ha dejado 18 muertos en los últimos días.

Guterres respondió proponiendo el despliegue de una «fuerza de acción rápida» compuesta por militares y liderada por uno o más miembros de la ONU, que tratará la crisis haitiana en una reunión del Consejo de Seguridad el próximo día 21. 

Malos antecedentes

Esa misión no sería bienvenida por parte de la población, después de que el último destacamento de la comunidad internacional, la Minustah, dejase Haití en el 2017 tras haber llevado el cólera al país caribeño y haber sido acusado de abusos sexuales a mujeres y niñas en un operativo que duró 13 años y que, a la vista está, no solucionó los problemas haitianos.

Henry recibió esta semana a una delegación de EE.UU. liderada por el subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols, que llegó acompañado de altos funcionarios del Pentágono y de una de las mayores embarcaciones de los guardacostas estadounidenses, que permanecerá en la bahía de Puerto Príncipe. El secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken, dijo estar conversando con otros países sobre la petición de envío de tropas, pero un alto funcionario del Gobierno estadounidense señaló que Joe Biden es renuente a enviar militares a Haití después de haber retirado las tropas de Afganistán el año pasado. Está por ver si la posible operación sería liderada por la ONU —que parece también reacia a comandar— o por uno de los Estados miembros, no estando claro, en ese caso, cuál sería ese país.