Moscú contempla que las fugas en los dos gasoductos rusos sean por un sabotaje

RAFAEL M. MAÑUECO MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

Imagen de las burbujas producidas por la fuga de gas en aguas danesas.
Imagen de las burbujas producidas por la fuga de gas en aguas danesas. Danish Defence Command | Efe

La autoridad marítima danesa alerta de que el escape de gas «es peligroso para el tráfico marítimo»

28 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La compañía Nord Stream AG informó este martes de que en la noche del lunes se produjeron sendos incidentes técnicos en los gasoductos Nord Stream-1 y Nord Stream-2. La presión en el interior de la tubería cayó en una de las líneas Nord Stream-2. El problema fue detectado en el conducto A.

El operador subrayó el hecho de que los «daños sin precedentes ocurrieron el mismo día simultáneamente en los dos ramales del Nord Stream-1 y en uno del Nord Stream-2», lo que a su vez causó «tres fugas» en el mar Báltico, y avisó que «aún no es posible calcular el momento cuando estará reparada la infraestructura».

El periódico alemán Der Tagesspiegel se apresuró a especular con la posibilidad de que las averías pudieran haber sido provocadas intencionadamente. Ayer Moscú admitió que podría tratarse de «sabotaje». «No se puede descartar ninguna opción en este momento», declaró el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, a la pregunta de los periodistas sobre si lo sucedido podría ser «sabotaje».

Según sus palabras, en el Kremlin hay gran preocupación, ya que, señaló, «hace falta llevar a cabo una investigación. Es un problema de seguridad energética que afecta a todo el continente». «Esta es una noticia muy preocupante. De hecho, estamos hablando de ciertos daños de naturaleza poco clara en el gasoducto en la zona económica de Dinamarca», añadió.

Incidentes «muy repentinos»

Los indicios de esa hipótesis fueron corroborados por la Red Nacional Sísmica de Suecia, cuyos servicios detectaron dos deflagraciones submarinas antes de que aparecieran las fugas. Uno de sus expertos, Peter Schmidt, declaró a la agencia AFP que hubo «dos liberaciones masivas de energía». Según sus palabras, «lo interpretamos como proveniente, con una probabilidad muy grande, de algún tipo de detonación» y subrayó el hecho de que los incidentes fueron «muy repentinos».

En unas fotos tomadas por el Ejército danés pueden observarse enormes burbujas en la superficie del agua, emanando de tres fugas localizadas en las aguas de Suecia y Dinamarca, con diámetros de entre 200 y 1.000 metros. De toda esta situación fueron informados los departamentos afectados en Alemania, Dinamarca, Suecia, Finlandia y Rusia.

Schmidt sostiene que «la primera ocurrió a las 2.03 de la madrugada, justo al sureste de Bornholm, con una magnitud de 1,9. Luego observamos otra a las 19.04 el lunes por la noche y otro incidente un poco más al norte que parece haber sido algo más potente. Calculamos de una magnitud de 2,3». Datos parecidos fueron facilitados también por la red sísmica noruega (Norsar).

En unas fotos tomadas por el Ejército danés podían observarse enormes burbujas en la superficie del agua, emanando de tres fugas localizadas en las aguas de Suecia y Dinamarca, con diámetros de entre 200 y 1.000 metros. De toda esta situación fueron informados los departamentos afectados en Alemania, Dinamarca, Suecia, Finlandia y Rusia.

Posteriormente, la empresa Nord Stream-2 AG, que es la operadora del gasoducto, determinó que la caída de presión se produjo efectivamente a unos 20 kilómetros al sureste de la isla de Bornholm, en aguas danesas. Según la agencia rusa Interfax, Nord Stream-2 AG, que ya reportó el lunes la fuga de gas, confirmó los datos del regulador danés sobre el lugar de la despresurización. «En cooperación con los servicios costeros, se estableció que el incidente ocurrió en la Zona Económica Especial de Dinamarca. Los servicios costeros establecieron una zona de protección de cinco millas náuticas de radio como medida de seguridad», dijo la compañía en un comunicado.

La autoridad marítima danesa, por su parte, alertó de que el escape de gas «es peligroso para el tráfico marítimo. La navegación está prohibida en un radio de cinco millas náuticas (unos 9 kilómetros) alrededor de la posición señalada». Se contempla también la posibilidad de restringir el tráfico aéreo en el entorno. El periódico Der Tagesspiegel apunta que en la actualidad se están considerando dos posibilidades: los gasoductos fueron atacados por Ucrania o fuerzas asociadas a ella, por lo que el gas procedente de Rusia llegaría a Europa únicamente a través de los gasoductos ucranianos o del gasoducto que parte de Yamal a través de Polonia. O, la segunda versión, fue Rusia la que dañó las tuberías «bajo una bandera falsa» para acusar a Ucrania de sabotaje, exacerbar la crisis energética y, posiblemente, aumentar aún más el precio del gas.Esta segunda posibilidad es la que considera más plausible el consejero de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak.

1.200 kilómetros

El Nord Stream-1, con dos líneas paralelas de una capacidad de 27.500 millones de metros cúbicos anuales cada una, comenzó a suministrar gas directamente desde Rusia a Alemania en el 2011. El Nord Stream-2, que discurre casi en paralelo a la otra tubería y tiene una capacidad de 55.000 metros cúbicos anuales, terminó de construirse en septiembre del 2021 pero hasta ahora no ha entrado en servicio porque Alemania se ha negado a certificarlo y Washington ha aplicado sanciones. Ambos conductos tienen una longitud aproximada de 1.200 kilómetros.

El proyecto se detuvo por completo solo unos días antes de que el presidente Vladímir Putin decidiera invadir Ucrania el pasado 24 de febrero. Putin afirmó este mes que, si Europa necesita combustible ruso, «solo tienen que apretar el botón para poner en marcha el Nord Stream-2». Esta tubería discurre desde la compresora «Slaviánskaya» en la región de Leningrado hasta la costa báltica de Alemania a través del lecho marino. Las dos líneas del gasoducto están llenas de gas, «preparadas técnicamente» y listas para operar.

El gigante energético ruso Gazprom bombeó 177 millones de metros cúbicos de gas en el Nord Stream-2 para garantizar la presión prevista en la tubería. Así, debido al accidente, la empresa podría perder unos 280 millones de euros en combustible azul.

Flujo reducido

Debido a la guerra, el flujo de gas ruso hacia Europa a través de Ucrania se ha reducido considerablemente. El combustible sigue fluyendo, pero ya ha habido averías en estaciones de bombeo a causa de los bombardeos. En cuanto a Polonia, la otra alternativa para suministrar gas al Viejo Continente, Gazprom suspendió el fluido el pasado 11 de mayo como sanción de respuesta a las restricciones europeas.

Según declaró entonces el portavoz de Gazprom, Serguéi Kupriánov, «se ha establecido la prohibición de transacciones y pagos a favor de personas sancionadas, en particular para Gazprom, y esto significa a su vez la prohibición del uso del gasoducto propiedad de EuRoPol GAZ para transportar gas ruso a través de Polonia», gasoducto de importancia crucial que conduce hasta Alemania y discurre a través de Bielorrusia y más ahora todavía mientras estén inutilizados los dos Nord Stream.