El líder de los ecologistas franceses dimite tras ser acusado de ejercer violencia psicológica sobre su expareja

La Voz PARÍS/EFE

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Julien Bayou, líder de los ecologistas en el Parlamento de Francia.
Julien Bayou, líder de los ecologistas en el Parlamento de Francia. SARAH MEYSSONNIER | REUTERS

Asegura que sus acciones no son punibles legalmente y que no pudo defenderse «porque rechazan escucharme»

26 sep 2022 . Actualizado a las 11:00 h.

El diputado Julien Bayou, de 42 años, anunció este lunes su dimisión como líder de los Verdes franceses debido a unas acusaciones de violencia psicológica formuladas por su expareja y lamentó que no le den la oportunidad de defenderse.

«Me acusan de hechos que no me presentan y que mis acusadores/as dicen que no son penalmente reprensibles y de los que ni siquiera puedo defenderme porque rechazan escucharme», dijo en su comunicado de dimisión Bayou, a quien varios altos cargos del partido habían presionado para que dejase la dirección.

La acusación contra el líder de los Verdes fue hecha pública no por la expareja del dirigente, sino por una compañera de partido, la diputada de la corriente ecofeminista Sandrine Rousseau.

La parlamentaria aseguró haber hablado largo y tendido con la antigua novia de Bayou y a partir de ahí sacó conclusiones sobre un comportamiento del parlamentario ecologista a su parecer incorrecto. «Hay comportamientos que son susceptibles de dañar la salud mental de las mujeres», llegó a denunciar en un canal de televisión sin más precisiones sobre el caso.

Entre tanto, el interesado se había apartado de la copresidencia de su grupo en la Asamblea Nacional -donde los Verdes ocupan 23 de los 577 escaños-, aunque no de su mandato como diputado.

Este caso de supuesta violencia machista se une al de Adrien Quatennens, el hasta hace poco número dos de la principal fuerza de izquierda, La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon.

En el caso de Quatennens, el propio político reconoció haber dado hace un año una bofetada a su mujer, de la que está en vías de separarse. El joven diputado renunció a su puesto en la LFI, pero no a su escaño en la Asamblea.

La manera en la que Mélenchon reaccionó a este escándalo ha creado malestar, tanto en su propio partido como en sus socios de izquierda (NUPES), pues la actitud del veterano dirigente fue vista como demasiado indulgente con Quatennens.