El Kremlin considera «histérica» la reacción de parte de la ciudadanía por la movilización de reservistas

La Voz AGENCIAS

INTERNACIONAL

Un guardia fronterizo finlandés controla el acceso de ciudadanos rusos en la localidad de Vaalimaa.
Un guardia fronterizo finlandés controla el acceso de ciudadanos rusos en la localidad de Vaalimaa. JANIS LAIZANS | REUTERS

Finlandia duplica las llegadas de rusos a su país y Kazajistán confirma que cuatro de sus 30 puestos de control para acceder al país se han congestionado

23 sep 2022 . Actualizado a las 14:54 h.

El Kremlin consideró hoy «histérica» la reacción entre parte de la población rusa por la movilización parcial decretada el miércoles por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, para enviar a decenas de miles de reservistas a la campaña militar en Ucrania. «Uno podía entender de alguna manera la reacción histérica, extremadamente emocional en las primeras horas después del anuncio, incluso en el primer día, porque, efectivamente, hubo cierta escasez de información, que también es comprensible y justificable», señaló el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.

«Pero, desde ayer, todas las líneas directas y oficinas de información se han activado de acuerdo con la decisión del Gobierno», afirmó no obstante.

Peskov recalcó que el Ministerio de Defensa de Rusia responde de forma regular a todas las preguntas y todas las líneas telefónicas están funcionando y los ciudadanos llaman para recibir respuestas a sus dudas. «Los medios publican las respuestas del Ministerio de Defensa y declaraciones de los comisarios militares. No hay escasez de información ahora mismo», enfatizó.

A pesar de las declaraciones de Peskov, la cifra de ciudadanos rusos que entraron a Finlandia por carretera este jueves siguió aumentando y alcanzó los 6.470, informó este viernes la Guardia de Fronteras finlandesa.

De ellos, 5.959 cruzaron la frontera por la región del sureste finlandés, la más concurrida debido a su proximidad con San Petersburgo, lo que supone un aumento del 107 % respecto al jueves de la semana anterior, según datos de las autoridades fronterizas.

«La situación esta mañana: las colas en Vaalimaa y Nuijamaa son más largas que las de ayer (en Vaalimaa unos 500 metros). En el puesto fronterizo de Imatra la situación está tranquila», señaló la Guardia de Fronteras finlandesa en Twitter.

El miércoles, día en el que el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció la movilización de 300.000 reservistas para luchar en Ucrania, cruzaron la frontera sureste con Finlandia 4.403 ciudadanos rusos, un 57 % más que el miércoles de la semana anterior.

Las autoridades fronterizas no han proporcionado datos sobre el grupo demográfico al que pertenecen los rusos que llegan al país nórdico ni han confirmado que el aumento del tráfico fronterizo esté relacionado con el decreto de movilización, como sospechan muchos observadores.

Exigencia de visados

Finlandia, que comparte con Rusia la frontera más larga de la Unión Europea (UE) (1.340 kilómetros), exige un visado a los ciudadanos rusos que quieren entrar en el país, bien expedido por sus propios servicios consulares o por los de cualquier otro país del espacio Schengen.

Este visado les permite entrar legalmente en Finlandia, desde donde muchos rusos continúan viaje a otros países de la zona Schengen o a otros destinos no europeos. El cierre del espacio aéreo a los aviones rusos y el bloqueo virtual de las fronteras terrestres de las repúblicas bálticas y Polonia para los nacionales rusos a consecuencia de la guerra de Ucrania ha convertido a Finlandia en la puerta de entrada de muchos rusos a la UE.

Las autoridades finlandesas han intentado -de momento sin éxito- que la UE acuerde prohibir la concesión de visados por turismo a los ciudadanos rusos para dejar de ser un país de tránsito. Aunque Helsinki ha reducido un 90 % la emisión de visados a los rusos, legalmente está obligada a dejar entrar a quienes tengan un visado emitido por otro país del espacio Schengen.

Ante la falta de una postura europea común, el Gobierno finlandés está trabajando en una solución a nivel nacional que limite drásticamente la llegada de personas rusas, aunque respetando los compromisos legales del acuerdo Schengen.

«La voluntad del Gobierno es muy clara: creemos que hay que acabar con los viajes de ocio y el turismo ruso, y también con el tránsito a través de Finlandia, pero cómo lograrlo es una cuestión más complicada», afirmó el jueves la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, en una rueda de prensa.

Según Marin, las tres repúblicas bálticas y Polonia han cerrado sus fronteras a los rusos alegando que su entrada supone una amenaza para la seguridad nacional, pero Finlandia -sostiene- no puede hacer lo mismo mientras sus autoridades no lleguen a la misma conclusión.

Kazajistán, otra vía de escape

El Servicio de Fronteras de Kazajistán confirmó también que el número de entradas desde Rusia al país ha aumentado tras la movilización decretada por Putin.

«Actualmente hay un aumento del número de ciudadanos extranjeros que entran la República de Kazajistán en la frontera kazajo-rusa», indicó la agencia del Comité de Seguridad Nacional del país centroasiático en un comunicado, después de que la víspera medios locales publicaran vídeos de grandes colas de coches con matrículas rusas en algunos puestos fronterizos entre Rusia y el país vecino.

El Servicio de Fronteras kazajo explicó que los 30 puestos de control de automóviles «funcionan con normalidad», pero que en cuatro «hay una congestión por el mayor flujo de pasajeros y vehículos».

«La situación está bajo control especial. El Servicio de Fronteras, junto con las agencias gubernamentales competentes, garantiza la seguridad y el cumplimiento de la ley en los cruces fronterizos.Se ha organizado la cooperación con la agencia fronteriza rusa», resaltó la agencia kazaja.

Según las estadísticas del Ministerio del Interior de Kazajistán, en lo que va de año 4,3 millones de extranjeros entraron en el país, incluidos 1.660.000 rusos.

La cartera de Interior aseguró que se «monitorean los procesos migratorios» y el cumplimiento de las leyes, que permiten a los rusos entrar sin visado a Kazajistán pero solo permanecer en el país 90 días desde el cruce de la frontera. Las mismas colas que se producen en la frontera kazaja se dan en otros países vecinos o puntos de entrada, como en Finlandia, Mongolia y Georgia, coincidiendo con el decreto de movilización parcial de Putin.