El Ejército ucraniano amenaza ahora las posiciones de los separatistas prorrusos en el Dombás

Rafael M. Mañueco MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

Tanques y vehículos acorazados abandonados por el Ejército ruso en su huida de la contraofensiva ucraniana en la región de Járkov
Tanques y vehículos acorazados abandonados por el Ejército ruso en su huida de la contraofensiva ucraniana en la región de Járkov UKRAINIAN ARMED FORCES | REUTERS

Las fuerzas de Kiev continúan su arrolladora contraofensiva en la región de Járkov, mientras Moscú admite su retirada de los nudos estratégicos de Kupiansk e Izium, que maquilla como un «reagrupamiento» de tropas para proteger Donetsk

12 sep 2022 . Actualizado a las 02:29 h.

El ministro de Defensa ucraniano, Oleksiy Réznikov, aseguró este domingo que sus tropas «lograron romper las cadenas logísticas del enemigo y sus líneas de defensa en varios puntos» de la región de Járkov tras la contraofensiva lanzada el 6 de septiembre y los fulgurantes avances conseguidos este fin de semana. Según su versión, «esto puede provocar un efecto avalancha, una retirada a gran escala de las fuerzas rusas».

No obstante, el portavoz el Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, aseguró este domingo que el repliegue de las tropas de Moscú ante el empuje ucraniano ha sido un «reagrupamiento» de fuerzas. «Para lograr los objetivos declarados de la operación especial militar de liberar el Dombás, se tomó la decisión de reagrupar las tropas rusas estacionadas en las regiones de Balakleya e Izium, a fin de intensificar los esfuerzos en la dirección de Donetsk», puntualizó.

Los medios de comunicación ucranianos y sus canales de Telegram afirmaban este domingo que, junto a Kupiansk e Izium, el Ejército ucraniano ha liberado también Limán, en la región de Donetsk, informaciones que desde el lado ruso se desmienten, reconociendo, no obstante, que en torno a Limán se están librando encarnizados combates. Las tropas de Kiev amenazan también posiciones conquistadas por Moscú y los separatistas prorrusos en Lugansk, la otra provincia del Dombás parcialmente bajo control de Rusia desde el 2014.

El parte del Estado Mayor en Kiev aseguraba este domingo que sus fuerzas de defensa «repelieron los ataques enemigos» cerca de las poblaciones de Sosnovka, Mayorsk, Nikolaevka Vtoraya, Záitsevo, Vesiolaya Dolina, Soledar, Bajmut, Peski, Pervomáiyskoye y Novomijáilovka, todas ellas situadas en la región de Donetsk y controladas por las fuerzas ucranianas. 

Combates en Járkov y Donetsk

Esto significa que, ante el avance local en la región de Járkov, el Ejército ruso y las fuerzas separatistas prorrusas han intensificado sus ataques, con el objetivo de intentar una vez más arrebatar a las tropas ucranianas la parte de Donetsk aún sin conquistar y cortar su avance. El cabecilla de la autoproclamada República Popular de Donetsk (DNR), Denís Pushilin, confirmaba este domingo que sus fuerzas combaten actualmente a los ucranianos en varias direcciones.

Pero las autoridades ucranianas informan de que las tropas rusas también están abandonando la ciudad de Volchansk, en la región de Járkov, junto a la frontera con Rusia y en donde se habían refugiado responsables de las administraciones de ocupación designados por Moscú. Daban cuenta además de la toma del poblado de Velikaya Kamishevaja, igualmente en la región de Járkov y situado a 10 kilómetros de Izium.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, afirmó en su mensaje diario del sábado que sus tropas han recuperado ya unos 3.000 kilómetros cuadrados en la región de Járkov. «El avance de nuestros soldados en diferentes direcciones del frente continúa. Hasta la fecha, como parte de las operaciones activas desde principios de septiembre, ya se han liberado unos 2.000 kilómetros de nuestro territorio. El Ejército ruso en estos días demuestra lo mejor de sí mismo, que es mostrar la espalda», subrayó Zelenski, incidiendo en que la decisión de huir es lo mejor que pueden hacer los ocupantes para salvar sus vidas.

Este domingo, matizó el dato el comandante en jefe de las tropas ucranianas, el general Valeri Zaluzhni, al indicar que «desde comienzos de septiembre, más de 3.000 kilómetros cuadrados han vuelto a estar bajo control ucraniano. En los alrededores de Járkov hemos empezado a avanzar no solo en el sur y el este, sino también hacia el norte». 

Retirada precipitada rusa

Por su parte, el exministro de Defensa de los rebeldes de Donetsk, Ígor Strelkov, señalaba en su canal de Telegram, refiriéndose a lo sucedido el sábado, que «a partir de la segunda mitad del día y durante toda la noche, hubo una retirada precipitada de nuestras tropas desde la orilla occidental del río Séverski Donets al sur de Izium. Se hizo bajo la cobertura de las fuerzas de la DNR y unidades de voluntarios rusos y con apoyo de la artillería». Strelkov reconocía que hubo «duros combates», aunque niega que Izium esté bajo el total control de los ucranianos. «La parte norte de Izium está en manos del enemigo y la sur en manos de Ejército ruso».

El antiguo jefe militar separatista prosigue diciendo que «el enemigo no logró cercar a las fuerzas principales de nuestro grupo, a excepción de las subunidades individuales. Lo más probable es que la nueva línea del frente se sitúe a lo largo del río Oskol y el embalse de Oskol». 

Zaporiyia, paralizada

Mientras tanto, el sexto reactor de la central nuclear de Zaporiyia, el único que estaba en funcionamiento en el momento actual, tuvo que ser desconectado la noche del sábado al domingo, pasadas las tres y media de la madrugada, debido a nuevos bombardeos, de los que Moscú y Kiev se responsabilizan mutuamente. Así lo avanzó a la agencia rusa RIA-Nóvosti Vladímir Rógov, uno de los responsables de la administración de ocupación de Zaporiyia.

Según aseguró, «el reactor llevaba varios días operando a muy baja potencia y ahora no produce ya electricidad». Rógov dijo que los ataques dañaron las líneas eléctricas de alimentación de los reactores, situación que, a su juicio, «puede conducir a una accidente» en la planta. El funcionario añadió que «están en marcha los preparativos para el enfriamiento del reactor». Las autoridades ucranianas, por su parte, señalan que «debido a los bombardeos del Ejército ruso, todas las líneas de conexión de la central atómica con el sistema energético ucraniano resultaron dañadas. Durante los últimos tres días, la unidad de potencia ha estado operando en modo isla, alimentando solo las propias necesidades de la planta a un nivel de potencia críticamente bajo».