El nuevo embajador de Colombia en Venezuela propone un «encuentro en la frontera» entre Petro y Maduro

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en un foro de economía el pasado 23 de agosto
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en un foro de economía el pasado 23 de agosto Miraflores Press Office HANDOUT | EFE

Las relaciones entre Caracas y Bogotá toman un nuevo impulso con la designación de representantes diplomáticos en ambas capitales

30 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia se aceleró este fin de semana, luego de la llegada a Caracas del nuevo embajador del Gobierno de Gustavo Petro, Armando Benedetti, y el del régimen de Nicolás Maduro en Bogotá, Félix Plasencia.

A la espera de que tanto Petro como Maduro reciban al embajador del país vecino, después de más de tres años de ruptura de relaciones diplomáticas entre dos países que comparten 2.000 kilómetros de frontera y un pasado común, Benedetti anunció que propondrá un «encuentro en la frontera» a comienzos de octubre, según informó la revista colombiana Semana, que entrevistó al diplomático.

Plasencia, por su parte, ya recibió la bienvenida del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. El diplomático aseguró que trabajará para rescatar «los espacios de Venezuela en esta jurisdicción», en evidente alusión al caso de la empresa Monómeros Colombo Venezolanos, y para «atender las relaciones entre nuestros países y los intereses de los venezolanos y los colombianos».

De la importancia que concede Maduro al restablecimiento de relaciones con el vecino da cuenta que su embajador en Colombia acaba de ser titular de Exteriores del régimen venezolano, que rompió relaciones con Colombia en el 2019, cuando el Gobierno de Iván Duque reconoció como «presidente interino», al líder opositor Juan Guaidó, una figura que se ha ido desdibujando a medida que el mandatario venezolano logró consolidarse en el poder después de unas elecciones sin los mínimos estándares democráticos, celebradas hace ya cuatro años.

Guaidó, por su parte, cuestionó que a su llegada a Caracas, Benedetti (un político que fue aliado del expresidente colombiano Álvaro Uribe y que fue variando su postura hasta llegar a la izquierda que representa Petro) no se haya referido a la crisis humanitaria y de derechos humanos que atraviesa Venezuela.

Guaidó destacó, además, que «Benedetti fue designado en Colombia por un presidente electo democráticamente, y los venezolanos luchamos por tener ese mismo derecho». 

El caso Monómeros

El primer punto en la agenda de las relaciones entre Caracas y Bogotá es el de la empresa estatal Monómeros Colombo Venezolanos, propiedad de la petrolera estatal venezolana PDVSA, que administra el «Gobierno interino» de Juan Guaidó, justamente por el reconocimiento que Duque le dio, pero que volvería al control del régimen de Maduro una vez que la Cámara de Comercio de Barranquilla, donde la empresa está ubicada, ya registró una nueva junta directiva controlada por el régimen de Maduro.

Monómeros, que produce la mitad de los fertilizantes que consume Colombia, tiene denuncias de corrupción tanto de la dirección designada por Guaidó como de antes del 2019 y, según la prensa colombiana, Petro ha puesto sobre la mesa una propuesta a Maduro para comprar el 51 % de la compañía, aduciendo su carácter estratégico en un país de eminente tradición agroexportadora.

Otros temas importantes en la agenda son los del refugio que el régimen venezolano concede a las disidencias de las FARC y del ELN en la frontera común, dentro del proceso de «paz total» que impulsa Petro, y la propia reapertura de la frontera, cerrada desde hace tres años con gran perjuicio para ambas economías.