El FBI temía que los documentos que Trump se había llevado a su mansión de Florida pusiesen en riesgo la seguridad nacional

Caroline Conejero NUEVA YORK / COLPISA

INTERNACIONAL

El expresidente Donald Trump, el pasado 10 de agosto, saliendo de la Torre Trump en Nueva York
El expresidente Donald Trump, el pasado 10 de agosto, saliendo de la Torre Trump en Nueva York DAVID DEE DELGADO | REUTERS

El Departamento de Justicia hace pública una versión editada de la orden de registro de la mansión del magnate en Mar-a-Lago

26 ago 2022 . Actualizado a las 21:24 h.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos hizo pública este viernes la versión editada de la orden de registro que autorizó al FBI a inspeccionar la mansión de Donald Trump en Mar-a-Lago (Florida), un día después de que un juez federal ordenase su publicación. La versión editada del documento omite información sobre el gran jurado, la identidad de los testigos y la de los agentes del FBI involucrados, así como la estrategia, dirección, alcance, fuentes y métodos de la investigación, que el departamento considera material sensible porque su difusión podría perjudicar la investigación y poner en riesgo a los testigos.

El juez de Florida Bruce Reinhart, el mismo que aprobó la orden de registro del FBI, señaló que el Departamento de Justicia presentó argumentos convincentes para mantener en secreto el sumario de la orden, dado el interés legítimo del Gobierno por proteger la integridad de la investigación en curso. 

Fuentes comprometidas

Esta versión redactada expone que la orden de registro del 8 de agosto fue solicitada tras la revisión de un lote inicial de 15 cajas recuperado en enero, en el que se identificaron 184 documentos clasificados como de alta seguridad nacional, cuya divulgación hubiera comprometido las «fuentes humanas clandestinas» involucradas en la recopilación de información de inteligencia, así como la propia seguridad nacional. Algunos de los documentos incautados contienen apuntes escritos a mano por el propio expresidente.

El documento describe también los esfuerzos infructuosos del Gobierno durante meses para negociar la recuperación de materiales gubernamentales sustraídos de la Casa Blanca por un expresidente que los considera de su propiedad privada. 

Presuntos delitos

Los problemas legales se agravan para el expresidente investigado ahora por violación de la Ley de Espionaje, obstrucción a la Justicia, y sustracción y almacenamiento no autorizado de documentos de Estado. Aunque los abogados de Trump no se enfrentarían en principio a cargos penales, se especula con que podrían ser llamados como testigos contra el expresidente.

Trump desató su furia una vez más en respuesta a la publicación de la orden de registro, acusando al FBI y al Departamento de Justicia de recurrir a «subterfugios». Críticas en las que de hecho se autoincrimina, al admitir que conocía la existencia de los documentos clasificados y que se negó a entregarlos. Además, el expresidente esperaba un trato de favor por parte de un juez federal nombrado durante su mandato.

Una investigación conjunta del diario The Pittsburgh Post-Gazette y del Proyecto sobre el Crimen Organizado revela cómo una impostora logró infiltrarse repetidamente en el complejo residencial de Mar-a-Lago el año pasado y alternar en el entorno del expresidente. Una información que podría justificar la alarma del FBI y su preocupación por la existencia de documentos gubernamentales secretos en la mansión del magnate en Florida.

Según la investigación, una mujer llamada Inna Yashchyshyn, que se hizo pasar por un miembro de una famosa familia de banqueros europeos, logró acceder en mayo del 2021 al exclusivo club de Florida y que incluso jugó una ronda de golf en un espacio cercano al campo en el que jugaban Trump y el senador Lindsey Graham.

Yashchyshyn, de antecedentes oscuros, y en realidad, hija de un camionero de Illinois, entró en múltiples ocasiones en el club utilizando una identidad falsa, lo que según el FBI dejaba al descubierto las vulnerabilidades de seguridad en unas instalaciones que sirven tanto como residencia del expresidente como complejo de ocio privado.

Biden abre la campaña de las legislativas tildando a Trump de «semifascista»

El presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, calificó este viernes las ideas del exmandatario republicano Donald Trump como «semifascismo» y aseguró que sobre el movimiento MAGA («Make America Great Again», Hagamos grande de nuevo a EE.UU.) liderado por Trump pesa actualmente una «sentencia de muerte», según informa el digital Politico y recoge Europa Press.

El actual presidente estadounidense hizo estas declaraciones en un acto del Partido Demócrata en Washington, en el que reivindicó su decisión de cancelar las deudas contraídas por los estudiantes para pagarse la universidad.

Biden matizó que respeta a «los republicanos conservadores», pero no a aquellos que siguen la filosofía trumpista. «Ya no hay muchos republicanos reales», subrayó, para criticar a continuación que tanto Trump como sus fieles hayan tomado la decisión de actuar «llenos de ira» y con «violencia, odio y división».

«[Los demócratas] hemos elegido un camino diferente: hacia adelante: el futuro, la unidad, la esperanza y el optimismo», recalcó Biden en una intervención que se considera como la apertura de la campaña para las legislativas de noviembre.