Hadi Matar, el «devoto» del comandante iraní Soleimani que acuchilló a Rushdie

Pablo Medina MADRID/LA VOZ

INTERNACIONAL

La Policía de Nueva Jersey durante el registro del domicilio de Hadi Matar.
La Policía de Nueva Jersey durante el registro del domicilio de Hadi Matar. EDUARDO MUNOZ | REUTERS

Natural de California, era activista en redes y mostraba simpatía por la Guardia Revolucionaria iraní

13 ago 2022 . Actualizado a las 17:58 h.

El hombre que se subió al escenario el pasado viernes para apuñalar a Salman Rushdie en Chautauqua, Nueva York, es norteamericano. Hadi Matar, de 24 años, es originario de California, pero se mudó a Nueva Jersey, donde reside actualmente. Según fuentes cercanas a la investigación por el intento de asesinato del escritor angloindio citadas por la NBC, el FBI comenzó un registro de la casa de Matar el viernes para hallar indicios del móvil que llevó al joven a cometer la agresión.

El jefe de policía de la localidad, Eugene Staniszewski, alegó que «aún no está claro» qué motivó al joven californiano a cometer la agresión, por lo que permanece detenido en comisaría a la espera de que mediante su colaboración y el registro de su domicilio se puedan hallar pruebas que determinen dicho móvil.

Lo que sí tienen claro en la policía es que Matar era una persona cercana al «extremismo chií», ya que en sus redes sociales era bastante activo en la defensa de las causas iraníes y en sus dispositivos electrónicos, ahora incautados, se hallaron fotografías del asesinado general de la Guardia Revolucionaria Qassem Soleimani, abatido por Estados Unidos en el 2020.

Soleimani fue el arquitecto de las milicias proiraníes desplegadas por países de Oriente Medio para acercarlos al área de influencia de Irán y aventajarse en la «guerra fría» que mantienen con Arabia Saudí por ser la potencia de referencia en la región. Fue abatido junto a Abu Mahdi al Muhandis, jefe de Hashd Al Shaabi, la milicia iraquí que «es más grande que su propio Ejército y domina la seguridad del país», según fuentes militares del Kurdistán iraquí.

Recompensa por la vida de Rushdie

Las mismas fuerzas policiales han confirmado que Matar «actuaba solo» y no hay indicios de una relación directa entre la Guardia Revolucionaria iraní o las Fuerzas Quds (su rama especializada en guerra asimétrica) y el detenido. Lo que no descartan las autoridades de seguridad neoyorkinas es que el joven californiano hubiera actuado por convicciones religiosas, por venganza o por dinero.

Estos tres ejes comparten un mismo punto de origen: la condena a muerte de Rushdie. En 1988, con la publicación de su libro Los versos satánicos, Rushdie fue condenado a muerte en ausencia por el ayatolá Jomeiní, el líder de la revolución islámica iraní que depuso a los sha y levantó una república islámica.

Sobre la cabeza del escritor, por orden de Jomeiní, pesó una recompensa de 3,3 millones de dóalres que Matar podría haber perseguido.

Un libro unido al asesinato

El clérigo chií consideró un «insulto a los musulmanes» y una «blasfemia» la publicación del libro, que alude a algunos versos preislámicos que uno de los primeros biógrafos de Mahoma, Ibn Ishaq, dijo que el Profeta había confundido con revelaciones divinas pero eran de inspiración satánica. 

En 1991, el traductor de esta obra al japonés, Hitoshi Igarashi, fue acuchillado hasta la muerte. El caso sigue sin resolverse. En el mismo año, otro traductor, italiano y de nombre Ettore Capriolo, fue también apuñalado, pero sobrevivió. Dos años más tarde, el editor William Nygaard fue tiroteado en Oslo, pero consiguió sobrevivir.

Según fuentes de seguridad de la India, ha habido 45 muertes en torno al libro de Rushdie, 12 de ellas en Mumbai, su ciudad natal.