Hospitalizado uno de los oligarcas huidos de Rusia tras la invasión de Ucrania

rafael M. Mañueco MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

Anatoly Chubáis, exasesor del presidente Putin
Anatoly Chubáis, exasesor del presidente Putin EVGENIA NOVOZHENINA | Reuters

Anatoli Chubáis, que se opuso a la guerra, ingresa en estado grave en un hospital italiano por una extraña enfermedad nerviosa

02 ago 2022 . Actualizado a las 22:12 h.

Aunque su entorno asegura que su estado de salud mejora y que no hay indicios de envenenamiento, según la agencia rusa Tass, el emblemático jefe del «plan de privatizaciones» de la era de Borís Yeltsin, Anatoli Chubáis, de 67 años, sigue hospitalizado tras sufrir un repentino desajuste inmunitario. Hasta finales de marzo, Chubáis era el Representante Especial del Presidente de la Federación Rusa para las relaciones con las organizaciones internacionales pero, a causa de su postura disconforme con la guerra desencadenada contra Ucrania, dejó el puesto y huyó al extranjero.

La información sobre la hospitalización del empresario ruso la facilitó la hija del que fuera alcalde de San Petersburgo en los años 90, Anatoli Sobchak, ya fallecido y mentor del actual presidente ruso, Vladímir Putin. Ksenia Sobchak aseguró a través de Telegram que fueron el propio Chubáis y su esposa, Avdotia Smirnova, los que la pusieron al corriente de su dolencia.

En el momento del ingreso en la uci de una clínica europea que la prensa italiana ubica en Cerdeña, su estado, según Sobchak, «era muy inestable y tenía dificultades para mover las extremidades». Al parecer, Chubáis dijo que le diagnosticaron «síndrome de Guillain-Barré con pronóstico moderado». En cualquier caso, lo médicos que le atendieron le examinaron en la habitación provistos de trajes de protección contra sustancias químicas peligrosas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe el síndrome de Guillain-Barré como una «afección rara en la que el sistema inmunitario de una persona ataca el sistema nervioso periférico». El síndrome puede afectar a cualquier persona, pero es más común en adultos varones. La mayoría de las personas se recuperan por completo incluso en los casos más graves, pero el síndrome de Guillain-Barré, según la OMS, puede llegar a ser mortal.

En los últimos meses se han producido misteriosos 'suicidios' de altos empresarios rusos o muertes en extrañas circunstancias o en accidentes. Todos ellos tenían en común su oposición a la guerra contra Ucrania. Chubáis estuvo al frente del consorcio tecnológico ruso Rosnano hasta diciembre del 2020 y luego fue nombrado representante de Putin ante las organizaciones internacionales. El interlocutor anónimo citado por Tass afirmó que «Chubáis fue a parar al hospital después de mostrar síntomas del síndrome de Guillain-Barré. Ahora su estado ha mejorado» y, aunque sigue con dificultades motrices, puede hablar con normalidad. Su hermano Ígor dijo el domingo al canal de televisión ruso Zvezdá que «está mejorando, todo estará bien, no se preocupen. El tipo es fuerte, no tiene ninguna enfermedad crónica».

«No trabaja para nosotros»

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, habló de «noticias tristes» al referirse al empresario y le deseó «una pronta recuperación». Peskov insistió en que la Presidencia rusa «desconoce los detalles de lo sucedido» con Chubáis. En mayo, el portavoz de Putin declaró que el Kremlin no tenía ni la capacidad ni el deseo de seguir lo que estaba pasando con su antiguo consejero y su huida al extranjero. «Él no trabaja ya para nosotros», subrayó entonces Peskov.

Chubáis fue precisamente quien recomendó a Yeltsin el nombre de Putin para trabajar en la Administración del Kremlin, su primer trabajo en Moscú tras salir de la alcaldía de San Petersburgo al perder las elecciones Sobchak. El oligarca era el más influyente de un grupo de economistas rusos que trataron de dirigir la transición del sistema soviético hacia el capitalismo. Privatizó y vendió algunos de los mayores grupos industriales de Rusia, operaciones de las que se benefició.