Mattarella rechaza la dimisión de Draghi para tratar de salvar el Gobierno italiano

valentina saini VENECIA / E. LA VOZ

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Draghi, abandonando en su coche oficial el palacio Quirinal tras reunirse con Mattarella
Draghi, abandonando en su coche oficial el palacio Quirinal tras reunirse con Mattarella MASSIMO PERCOSSI | EFE

El Parlamento votará la próxima semana una nueva moción de confianza

15 jul 2022 . Actualizado a las 10:15 h.

Ni siquiera el Gobierno liderado por Mario Draghi se ha librado de una característica típica de la política italiana: las crisis suelen producirse en verano. Ayer por la tarde, Draghi decidió presentar su dimisión al presidente de la República, Sergio Mattarella. El jefe de Estado la rechazó e invitó al expresidente del Banco Central Europeo a presentarse ante el Parlamento para verificar sus apoyos.

La crisis fue desencadenada por la decisión del Movimiento 5 Estrellas (M5E), liderado por Giuseppe Conte, de abstenerse en el Senado en la votación de la moción de confianza para el decreto Ayudas. Aun así, el texto fue aprobado, porque las demás fuerzas políticas votaron al unísono. Pero la decisión del M5E, en fuerte retroceso en las encuestas, causó mucho revuelo.

En el Consejo de Ministros de ayer Draghi sacó sus conclusiones: «la mayoría de unidad nacional que ha apoyado a este Gobierno desde su creación ya no existe», y el «pacto de confianza que subyace a la acción del Gobierno» se ha «roto».

Giorgia Meloni, líder del partido ultranacionalista Hermanos de Italia, declaró: «Basta de peleas y juegos de palacio a costa de Italia y de los italianos». Según ella, es hora de nuevas elecciones.

En opinión de varios analistas, Conte, incapaz de influir más en Draghi y en sus ministros, considera que cualquier resultado de esta crisis política será mejor que seguir en el Gobierno con rendimientos mediocres.

En los últimos meses, el Gobierno liderado por Draghi ha parecido más atento a las necesidades de las grandes empresas que a las de los parados del sur o de los trabajadores con bajos ingresos, que el M5E defiende. Entre las medidas que Liga y Forza Italia (dos partidos de la coalición de centro y derecha que forman parte del Gobierno de Draghi) critican más duramente está la renta de ciudadanía, un sistema de subsidios para los italianos con rentas bajas o muy bajas que parece tener cierta eficacia en la lucha contra la pobreza, pero al que se oponen muchos empresarios, que opinan que limita la disponibilidad de mano de obra.

Bajo ataque por los medios de comunicación de derechas desde hace meses, receloso del Partido Demócrata (PD), que parece más interesado en reabrir el diálogo con los pequeños partidos de centro que en reforzar su alianza con el M5E, el partido fundado por Beppe Grillo ha optado por lo que parece una ruptura.

El próximo miércoles Draghi estará en el Parlamento para pedir la confianza de ambas Cámaras. Desde el M5E llegan señales contradictorias. Para Conte, si Draghi quiere seguir contando con el apoyo del M5E, el Gobierno debe respetar el programa definido al principio: transición ecológica y apoyo a los italianos con dificultades económicas. La líder del grupo M5E en el Senado es positiva: el partido está dispuesto a votar la confianza en el Gobierno, pero Draghi no debe cancelar la renta de ciudadanía.

Si el M5E no da su voto de confianza a Draghi, los escenarios más probables serán dos: un nuevo Gobierno de transición sin Draghi o nuevas elecciones, como espera Meloni. Todavía no hay nada seguro. El verano italiano acaba de empezar.