Carrie Symonds, el mejor apoyo de Boris Johnson

Joaquina Dueñas MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

Carrie Johnson, con su hija, durante la rueda de prensa del primer ministro anunciando su dimisión.
Carrie Johnson, con su hija, durante la rueda de prensa del primer ministro anunciando su dimisión. PHIL NOBLE

Ha acompañado a su marido en su discurso de renuncia como primer ministro británico

08 jul 2022 . Actualizado a las 18:52 h.

Después de meses de polémicas y desgaste, el primer ministro británico, Boris Johnson, de 58 años, leía el pasado jueves su dimisión a las puertas del número 10 de Downing Street, su residencia oficial en Londres. En su discurso, no faltaron las palabras de agradecimiento a su mujer, Carrie Symonds (su apellido de soltera), con quien ha tenido dos hijos y se ha casado durante sus tres años al frente del Gobierno británico.

«Quiero dar las gracias a Carrie, a mis hijos y a toda mi familia, por todo lo que han aguantado durante tanto tiempo», decía. Cerca de él, junto a los miembros de su gabinete, Carrie, con un vestido rojo y su hija menor en una mochila de porteo, aplaudía sus palabras. Dicen que ha sido ella quien le ha animado a dejar de aferrarse al poder, igual que se comentó en su momento sobre Denis Thatcher que habría sido decisivo para que la Dama de Hierro diera un paso a un lado.

Si la figura de Boris ha sido controvertida desde sus tiempos como alcalde de Londres, la de Carrie también se ha visto envuelta en varios escándalos. Nació el día de San Patricio, patrón de Irlanda (17 de marzo) hace 34 años en Londres, fruto de una relación extramatrimonial de Matthew Symonds, uno de los fundadores del periódico The Independent, y de la abogada Josephine McAfee.

Carrie y Boris se conocieron durante la campaña por la alcaldía de Londres en el 2010 aunque no comenzaron su relación hasta ocho años después. Él estaba casado con su segunda mujer, Marina Wheeler, y vivía con ella y con sus cuatro hijos cuando comenzaron sus encuentros furtivos. Era la jefa de prensa del Partido Conservador cuando Johnson le disputó el liderazgo de los tories a Theresa May.

Su llegada a la vida del líder político hizo que se dejara de devaneos y se centrara en una sola mujer: la joven periodista. En noviembre del 2018, Johnson anunciaba su divorcio de la que había sido su esposa durante 25 años y su romance con Symonds dejaba de ser secreto.

Polémica por la decoración

Aunque muchos pensaron que su vida personal podría hundir su carrera política, juntos llegaron a Downing Street donde tendrían que lidiar con momentos históricos como la culminación del brexit o la pandemia del coronavirus. Nada más desembarcar en la residencia oficial en julio del 2019 llegó la primera polémica que fue conocida como Wallpapergate. Un escándalo desatado a raíz del nuevo papel pintado y de la costosa redecoración de la vivienda, que los medios ingleses estimaron entre los 65.000 y los 230.000 euros.Los mismos medios que afirmaron que se trataba de un capricho personal de la nueva primera dama.

Pero nada parecía hacer mella en la pareja. En abril del 2020 tuvieron a su primer hijo, Wilf. En mayo del 2021 decidieron pasar por el altar y se casaron en secreto en la catedral de Westminster ante una treintena de invitados. A finales del mismo año nació su segunda hija, Romy, a quien Carrie portaba durante el acto público de dimisión de su marido. El político tiene otros cinco hijos de sus anteriores relaciones.

Tildada de «ambiciosa» y de «intrigante» por los tabloides británicos, Carrie ha sido la consorte más joven que ha ocupado el 10 de Downing Street en 173 años y el mejor apoyo de su marido durante los tres años al frente del Gobierno que pretende abandonar en otoño. Una decisión, la de retrasar su salida, que achacan a un motivo estrictamente personal. Aunque se casaron en mayo, los medios ingleses acusan a la pareja de estar preparando una lujosa recepción en Chequers, la residencia de campo de los primeros ministros ingleses, para conmemorar su primer aniversario de boda el 30 de julio.