Boris Johnson anuncia que dimite: «Nadie es indispensable en la vida política»

La Voz AGENCIAS

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HENRY NICHOLLS | REUTERS

Ha presentado su dimisión como líder del Partido Conservador y se quedará al frente de un Ejecutivo provisional para elegir a su sustituto

07 jul 2022 . Actualizado a las 18:14 h.

El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha presentado este jueves su dimisión como primer ministro y como líder del Partido Conservador ante la cascada de dimisiones en el seno del Gobierno. En unas breves declaraciones frente a su residencia de Downing Street, Johnson ha declarado que es «la voluntad del Parlamento y la del partido» la que le ha llevado a tomar esta decisión. «Estoy triste por dejar el mejor trabajo del mundo», ha dicho.

«Nadie es indispensable en política», ha dicho Johnson, en un discurso ante la puerta de Downing Street en el que ha justificado que, si durante semanas se ha aferrado al cargo, es porque entendía que era su «obligación» y que de esta forma respondía al mandato obtenido en las urnas a finales de 2019. En este sentido, ha explicado que durante semanas se afanó en convencer a su equipo de que era un «error» cambiar al Gobierno en un periodo marcado por la incertidumbre económica y la guerra de Ucrania, entre otros desafíos de unos tiempos que ha catalogado de «complicados» y ha lamentado que sus argumentos hayan «fracasado».

Según varios medios británicos, Johnson ya había tratado este asunto con Brady, presidente del llamado Comité 1922 -el grupo parlamentario del Partido Conservador en la Cámara de los Comunes-, Graham Brady, para decirle que aceptaba renunciar, y quedarse al frente de un Ejecutivo provisional hasta que los conservadores elijan a su nuevo líder en otoño. Sin embargo, una cosa es que Johnson quiera conservar su cargo y otra que el partido lo acepte. 

El anuncio de la dimisión de Johnson llega después de una cascada de dimisiones desatada el pasado martes tras la renuncia de los titulares de Economía, Rishi Sunak, y Sanidad, Sajid Javid, que se prolongó a lo largo del día de ayer y de esta mañana. Solo minutos después de que se conociera la noticia, la nueva ministra de Educación, Michelle Donelan, había dimitido tras solo 36 horas en el cargo, y el nuevo ministro de Economía, Nadhim Zahawi, le había pedido que «se fuera ya».

A primera hora habían dimitido el ministro británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, y varios secretarios de Estado. En total renunciaron cerca de 50 cargos gubernamentales. A solo 16 días de alcanzar los tres años como primer ministro, la de Johnson  es una de las estancias más cortas en Downing Street desde 1900.

Resistencia a marcharse

Pese a que el panorama parecía indicar que la era Johnson llegaba ya ayer a su fin, el premier descartaba este miércoles irse. «El trabajo de un primer ministro en circunstancias difíciles cuando se le ha entregado un mandato colosal, como el que me dieron los británicos en las generales del 2019, es seguir adelante y eso es lo que voy a hacer», afirmaba en la Cámara de los Comunes. Posteriormente, ante el Comité de Enlace aseguró que el jueves él seguiría encabezando el Gobierno.

Al caer la tarde, Johnson recibió en Downing Street a los ministros que lo apoyan y a los que consideran que debe abandonar el cargo. A estos últimos, de acuerdo con las versiones que trascendieron a la prensa británica, los puso a escoger «entre él o el caos», pues les advirtió que su eventual salida podría abrir las puertas a unas elecciones generales anticipadas y a una más que segura derrota frente a los laboristas. Horas antes el premier descartó la posibilidad de convocar a los británicos a las urnas antes del 2024, alegando que es lo que ellos «menos quieren».

Durante toda la jornada el mandatario conservador intentó, sin éxito, desactivar la revuelta que en su partido provocó la suspensión del diputado tory Chris Pincher, después de que manoseara a dos hombres en un exclusivo club londinense la semana pasada. Pese a que Johnson admitió que constituyó «un error colosal» por su parte designar a Pincher como segundo responsable de velar por la disciplina de los diputados conservadores, e ignorar sus antecedentes de comportamientos inapropiados, esta declaración no sirvió ya para aplacar a sus críticos.

El líder de la oposición cree que la dimisión de Johnson es una «buena noticia»

El líder de la oposición en el Reino Unido, el laborista Keir Starmer, dijo este jueves que es «una buena noticia» para el país que el primer ministro, Boris Johnson, vaya a dimitir, aunque esto «debería haber ocurrido hace mucho tiempo».

En un comunicado, Starmer consideró que el Reino Unido «no necesita cambiar al tory en el poder», sino un «cambio de gobierno completo».

Por su parte, el ministro principal galés, Mark Drakeford, también celebró la salida de Johnson alegando que el Reino Unido «necesita un Gobierno estable» y se declaró «encantado» de que el «premier» haya tomado «la decisión correcta» de abandonar el Ejecutivo, al tiempo que pidió unas elecciones generales para sustituirlo. En su opinión, solo unos comicios ofrecerán un «Gobierno estable» para las «cuatro naciones» del país.

Desde la vecina Irlanda se ha visto una oportunidad para mejorar las relaciones con el Reino Unido con la noticia de la dimisión del primer ministro. «El Reino Unido es nuestro vecino más cercano y las relaciones no debería ser como son ahora», declaró hoy el ministro irlandés de Educación, Roderic O'Gorman. 

«Manifiestamente incapaz» de ejercer el cargo

En Escocia, la dimisión del premier británico ha generado las reacciones más severas contra su figura política. La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, señaló que Johnson «siempre fue manifiestamente incapaz» para ocupar el cargo y ha agregado que «habrá un sentimiento generalizado de alivio cuando termine el caos de los últimos días y meses».

«La noción de que Johnson continúe como primer ministro hasta otoño está lejos de ser ideal y no es sostenible». Sturgeon trasladó sus mejores deseos en lo personal al primer ministro y agregó que «el sistema en Westminster está roto». «Para Escocia, el déficit democrático inherente al gobierno de Westminster no se arregla con un cambio de primer ministro», añadió.

«Ninguno de los primeros ministros alternativos tories sería elegido en Escocia y en términos políticos es difícil ver cuál será la diferencia real que ofrece el apoyo de los laboristas a un Brexit duro», agregó la escocesa, quien aprovechó para llamar a la independencia con el referéndum que hay fijado para el 2023.