La OTAN sale reforzada y unida frente al desafío de Putin y las nuevas amenazas

INTERNACIONAL

Jens Stoltenberg, Joe Biden y Pedro Sánchez, conversan distendidamente antes del inicio de la cumbre de la OTAN en Madrid
Jens Stoltenberg, Joe Biden y Pedro Sánchez, conversan distendidamente antes del inicio de la cumbre de la OTAN en Madrid POOL | REUTERS

Los expertos consultados por La Voz hacen balance de la cumbre de Madrid

04 jul 2022 . Actualizado a las 10:36 h.

La OTAN se refuerza y se amplía con la inclusión de dos países otrora neutrales, Suecia y Finlandia, para hacer frente al desafío de Vladimir Putin y a las nuevas amenazas de los últimos años.

El balance de la cumbre 

Rusia, China y otros retos. Para José María Peredo, la cumbre ha servido para «adecuar la organización al entorno cambiante en el que vivimos, provocado por la conectividad y la revolución tecnológica, el ascenso de China y la competición entre grandes potencias que Rusia ha convertido en confrontación».

La historiadora Sara Núñez de Prado asegura que «el balance aparentemente es positivo». Explica que «la imagen que se ha dado es de unanimidad y de fuerza, así como de capacidad de tomar decisiones conjuntas». Estima que «han aprobado, como se ha hecho en todas las cumbres, el plan estratégico para los próximos diez años y se ha revertido la idea que se manejó en el plan anterior de que Rusia podía ser un aliado». Pero «sobre todo se ha afianzado la OTAN en su futura capacidad de disuasión y de defensa en diferentes ámbitos, incluido el medio ambiente y las esferas espacial y ciberespacial».

Considera «muy importante la definición de una OTAN a 360 grados que se pone en funcionamiento, incluyendo zonas que hasta entonces estaban fuera». Apunta que no se refiere solo a Ceuta o Melilla, «sino también a otros territorios más alejados, incluido el Ártico». Es decir, «a partir de ahora se va a pensar en nuevas áreas que hasta este momento no se consideraban de riesgo y que ahora pueden tener un papel fundamental si hay que poner en marcha acciones de tipo defensivo».

Según Javier Gil, experto en seguridad internacional, la cumbre ha sido «un éxito para la OTAN, que sale reforzada y revitalizada con un compromiso renovado de todos sus miembros». Destaca tres grandes cambios: «Se ha pasado de definir a Rusia como un socio cooperador a ser la principal amenaza existencial al orden de seguridad euroatlántico; se define a China como un competidor sistémico; y el ingreso de Suecia y Finlandia en la OTAN».

Los desafíos 

Nuevas amenazas. Núñez de Prado resalta que el principal desafío para la OTAN es «Rusia y, luego, siguiendo los intereses estadounidenses, la vista se ha puesto en China». «Aquí se refleja claramente quién es el socio más fuerte de la OTAN», concluye.

En su opinión, «el gran desafío es esta nueva situación en la que la amenaza de una guerra está más presente que nunca y ello ha llevado a revitalizar a la única organización que puede tener capacidad de defendernos de manera global». Consecuentemente, «la OTAN contempla nuevas realidades, nuevos socios y en definitiva una remodelación que lleve a la organización a volver a ser un pivote fundamental en la defensa occidental, ya que debe enfrentarse a tres amenazas que entre ellas tienen puntos en común». Y que son: «Rusia (flanco oriental), por la posibilidad real de una guerra que nos ataña directamente; el flanco sur, centrado sobre todo en posibles amenazas terroristas; y en tercer lugar, las amenazas híbridas». En conjunto, «prepararse para hacer frente a las amenazas que pueden revertir el orden internacional y que parecía imponerse desde los años 90 hasta ahora».

Para Peredo, la OTAN se enfrenta a varios desafíos: «Fortalecerse, asumir compromisos, aumentar recursos, disuadir, competir y cooperar al mismo tiempo con distintas potencias y países». Por tanto, «al desafío de conocer mejor el entorno y de elaborar más estrategia».

Suecia y Finlandia

Lo que ganan las tres partes. Peredo ve el ingreso de Suecia y Finlandia «como positivo para la Alianza», y considera muy significativo que dos países que «se sentían cómodos siendo neutrales cuando estaba activa la URSS, no se sienten cómodos siendo neutrales estando activo el gobierno de Putin en Rusia». Núñez de Prado cree que «nos falta información de lo que hay en el fondo, aparentemente todos han obtenido lo que querían, aunque queda por ver quién ganará más, si Suecia y Finlandia al ingresar en la OTAN, si esta al aumentar sus miembros creciendo hacia el este o si Turquía al obtener promesas en relación al tratamiento que se dé a los kurdos o en relación con una política de extradiciones más fluida por parte de estos dos países». Gil destaca que Turquía aceptó levantar el veto para «reforzar su posición en la Alianza, conseguir que Suecia extradite o, al menos, limite los movimientos de los elementos del PKK kurdo, que están refugiados allí e instar a Estados Unidos a que levante la prohibición de venderle aviones de combate».

Ceuta y Melilla, ¿fuera del paraguas de protección?

Gil señala que «la OTAN quiere centrarse en los flancos oriental y norte, por eso le interesaba tanto incluir a Suecia y Finlandia, para tener mayor control en la frontera con Rusia». Considera que la inclusión del flanco sur, «que es muy convulso e inestable», y que se hable de la defensa de la integridad territorial de los países ha sido «una concesión positiva para España». Pero, en su opinión, «Ceuta y Melilla siguen estando fuera del estricto paraguas de protección de la OTAN a efectos técnicos y prácticos». Pone el ejemplo de los territorios franceses en el Pacífico que no están cubiertos por el tratado. Estima que la cumbre ha supuesto un «éxito para España y ha sido positiva para el Gobierno, aunque Unidas Podemos se ha descolgado del aumento del gasto que exige la OTAN y eso resta credibilidad». Para Peredo, la reunión ha sido «muy buena para la imagen de España». Asegura que «Sánchez ahora se dará cuenta de que los compromisos adquiridos por su Gobierno no tienen vuelta atrás, cinco años de dudas ideológicas se han zanjado, aparentemente». De no ser así, «el fracaso de la política exterior española será trágico».

Tres escenarios futuros de la guerra que cambió la geopolítica mundial

La guerra de Ucrania ha supuesto un cambio radical en la geopolítica mundial que, lógicamente, ha afectado a la OTAN. Gil ve tres posibles escenarios en su evolución.

«El primero y más probable es que Ucrania termine aceptando la pérdida del 20% de su territorio, ya en poder de los rusos, y que es muy difícil que lo pueda recuperar porque sus enemigos lo están consolidando». En favor de esta hipótesis señala que «ahora hay una fatiga sobre la guerra, que ha disparado la inflación, lo que puede generar cierto cansancio en las cancillerías europeas, y que fuercen a Ucrania a llegar a algún tipo de acuerdo, que suponga perder parte de su territorio, a cambio de garantías de que se le va a proteger».

«El segundo escenario es que Rusia, una vez conquistado el este, decida cruzar el río Dniéper, avance e intente conquistar la totalidad de Ucrania, lo que para la OTAN sería un desastre absoluto, ya que habría tropas rusas en la frontera con Polonia, que es la más caliente de Europa, la tensión seria inmanejable».

El tercero es que «Ucrania recupere posiciones en la zona oriental, para ello habría que seguir dándole más armamento, que sus tropas lo sepan manejar bien y mantengan la moral».

Los disparates de Putin

Prevé una «guerra larga, salvo que se diera un tipo de acuerdo que consolide el primer escenario, aunque para Ucrania aceptar la pérdida de su territorio es muy complicado».

El analista califica de disparate que Putin creyera que Ucrania caería rápidamente, porque «es un país grande con mucha población y al que se le ha armado desde el 2014» Además, era lógico que la invasión a un país soberano «provocara una fuerte reacción en los países de la zona, Suecia y Finlandia, los Estados bálticos o Polonia».