La segunda vuelta de las locales agrava la división en el centroderecha italiano

Valentina Saini VENECIA / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El exfutbolista Damiano Tommasi conquistó Verona.
El exfutbolista Damiano Tommasi conquistó Verona. FILIPPO VENEZIA | EFE

De las ciudades más importantes donde se votó, los candidatos de centroizquierda fueron elegidos en siete, la mayoría en el norte, mientras que la derecha ganó en tres

27 jun 2022 . Actualizado a las 20:42 h.

El «campo amplio» formado por el Partido Demócrata (PD), el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y otras pequeñas fuerzas de izquierda y centro salió reforzado de la segunda vuelta de las elecciones municipales de este domingo, pese a que el M5S atraviesa un momento difícil y muchos votantes consideran que el PD es demasiado moderado. De las ciudades más importantes donde se votó, los candidatos de centroizquierda fueron elegidos en siete, la mayoría en el norte, mientras que la derecha ganó en tres.

El exfutbolista Damiano Tommasi conquistó Verona, históricamente gobernada por la derecha: la segunda vuelta confirmó la derrota del actual alcalde de derecha, Federico Sboarina, apoyado por la Liga y su partido, Hermanos de Italia. El centroizquierda celebró la elección de Tommasi como una victoria importante: la región donde se encuentra Verona, el Véneto, fue un bastión del centroderecha durante casi treinta años, y el «feudo» del gobernador regional Luca Zaia, uno de los barones de la Liga hostiles a Salvini, durante doce.

Parma, Piacenza, Alessandria y Monza también eligieron alcaldes de centroizquierda. El secretario del PD, Enrico Letta, expresó su «gran satisfacción«, señalando que es un «resultado extraordinario para el centroizquierda y el Partido Demócrata».

Frente a los 47 municipios que administraba antes de estas elecciones (cuya primera vuelta se celebró el 12 de junio), el centroizquierda administra ahora 52; el centroderecha ha perdido dos, pasando de 42 a 40, pero muchos de los más importantes (con la significativa excepción de Génova, en el norte, y Palermo, en Sicilia) están ahora en manos del PD y sus aliados.

Esta votación aumentó las divisiones en el centroderecha. Los barones de la Liga están furiosos con Salvini. También Giorgia Meloni, la líder del ultranacionalista Hermanos de Italia, está enfadada con Salvini, y considera que Silvio Berlusconi, el líder de Forza Italia, sigue apoyando más a Salvini, aunque el partido más fuerte del centroderecha ahora es Hermanos de Italia, con un 23 % de la intención de voto según las encuestas.

«No estamos satisfechos con esta segunda vuelta», dijo Meloni, que llamó a los dos aliados a evitar más divisiones. La próxima prueba será en otoño, con las elecciones regionales en Sicilia, históricamente una importante base electoral para el centroderecha. Pero de momento, las municipales confirman que el partido de Meloni es ahora más fuerte que el de Salvini, incluso en el norte, donde durante décadas se votó a la Liga.

Damiano Tommasi, el campeón de fútbol que se ha convertido en alcalde de Verona

En Italia, el fútbol es más que un deporte y los futbolistas suelen ser más conocidos que los políticos. Un ejemplo es el de Damiano Tommasi, excentrocampista del Hellas Verona, de la Roma, de la selección italiana y también del Levante, que consiguió una hazaña: arrancar Verona, la ciudad donde Shakespeare situó a Romeo y Julieta, del centroderecha que la había gobernado durante casi veintiocho años seguidos, con la excepción de un paréntesis de centroizquierda entre 2002 y 2007.

Nacido en 1974 en Negrar, un municipio rodeado por viñedos a unos 15 km de Verona, se casó a los veintidós años y tiene seis hijos. Es de una familia de trabajadores: de niño, su padre, que con ochenta años sigue trabajando el mármol, le enseñó a extraer la piedra de la montaña.

Durante su carrera de futbolista, ganó un scudetto, una supercopa y en el Mundial del 2002 marcó un gol que fue anulado —injustamente, recuerdan los medios italianos—. También fue presidente del sindicato de futbolistas profesionales durante casi diez años. Pero su vida es más que fútbol: fundó una escuela con su mujer, inspirándose en las enseñanzas de Lorenzo Milani, un cura que después de la II Guerra Mundial, se esforzó por garantizar la educación a los niños de un pueblo de la Toscana. El sacerdote también inspiró varios puntos del programa de Tommasi, que ha prometido abrir guarderías en todos los barrios y hacer que la ciudad sea «inclusiva con los más débiles».