El conflicto bélico podría durar aún largo tiempo si se prolonga más allá del próximo invierno, advirtió en una comunicación por videoconferencia a los jefes de Estado y Gobierno del grupo de los países más ricos reunidos en Elmau, en los Alpes alemanes. Sus palabras tuvieron un eco inmediato. Los líderes del G7 —Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón— se comprometieron a apoyar a Ucrania «el tiempo que sea necesario» y prometieron más sanciones.
Seguirán «dando apoyo financiero, humanitario, militar y diplomático», según una declaración común del G7. Fue el anfitrión de la reunión y canciller federal, Olaf Scholz, el encargado de leerla y de anunciar un nuevo endurecimiento de Occidente hacia Rusia.