Los hasta ahora socios de la coalición gubernamental aceleran la disolución del Parlamento, pero temen que el exmandatario trate de anticipar un nuevo Ejecutivo con tránsfugas
21 jun 2022 . Actualizado a las 21:29 h.El primer ministro, Naftali Bennett, y el ministro de Exteriores, Yair Lapid, aceleran los trámites para que el Parlamento de Israel se disuelva en 24 horas, aunque lo más probable es que el trámite se retrase hasta el lunes. Los hasta ahora socios de coalición quieren darse prisa para que Benjamín Netanyahu no tenga margen para formar un Gobierno con el apoyo de tránsfugas sin tener que esperar a unas nuevas elecciones. El nombre del ex primer ministro vuelve a ser omnipresente en la vida política de un país que en octubre vivirá las quintas elecciones en poco más de tres años. Los comicios serán un nuevo pulso entre los partidarios y opositores a Netanyahu.
Según las últimas encuestas, como la de la cadena 103FM, se volverá a repetir el empate entre los dos bloques tras el paso por las urnas con lo que lograr los 61 escaños necesarios será de nuevo un reto. Netanyahu ya está inmerso en plena campaña y anuncia un futuro Ejecutivo de unidad liderado por el Likud, pero sabe que no será tarea sencilla y que su proceso por corrupción le puede costar caro.
La formación de una coalición formada por ocho partidos de ideología dispar nació de forma amistosa y su final también ha sido así, ya que Bennett traspasará el control del Ejecutivo a Lapid, un cambio previsto para mediados de la próxima semana. En estos 375 días, el que ha sido el 36 Gobierno de Israel ha logrado éxitos como el que supuso aprobar unos nuevos Presupuestos, las primeras cuentas que salían adelante después de tres años de parálisis.
Tras el anuncio de disolución del Parlamento del lunes, medios locales como Haaretz apuntan a que Bennett podría incluso dejar la política para volver a su vida de hombre de negocios. El analista Yossi Verter adelantó que el aún primer ministro «no se presentará a las próximas elecciones» y destacó que finalmente han sido diputados de Yamina, el partido de Bennett, los que han derrocado al Gobierno.