Melania Abelenda Castro, de Santa Comba, lleva casi seis años en el University College London Hospital, en el que el vimiancés Gonzalo Santos López acumula ya muchos años. Ambos coinciden en la salida del trabajo y valoran la situación: «Marcharon moitos, e seguen índose». Gonzalo apunta que «a xente que tiña dúbidas, veu o brexit e xa deixou de telas. En España ademais empezou a haber moitas opcións, xuntouse todo, non é só por unha causa», añade. «E que co covid moveuse moito en España. Pero aquí non tivemos trabas. Os que estabamos de antes non notamos diferenzas», dice Melania. «Cando foi o do brexit si que te plantexas cousas, porque non sabes como será todo no futuro, pero ao ver que todo seguía igual para nós, non me preocupou», señala la enfermera. El gran cambio es que ya no están llegando españoles ni europeos para estas plazas, ahora aterrizan de países como Filipinas, por ejemplo.
Seve Figueiras Lestón, de 35 años, es de Esteiro, Muros. Este enfermero cumplirá el lunes ocho años en Londres, donde es supervisor de área en tres hospitales de un complejo sanitario. Ve cambios en varios aspectos, por ejemplo cómo ha subido el nivel de la vida, los gastos diarios, las reposiciones de mercancía en los supermercados no son tan rápidas como antes, los materiales no llegan tampoco igual, hay más producto británico en las estanterías, falta personal de enfermería (que antes llegaba mucho del sur de Europa). Los trámites burocráticos son ahora mayores en todos los sentidos, incluidos para tener un contrato en enfermería, donde piden un mínimo nivel de inglés, por ejemplo (y no bajo).