La vieja Galicia se adapta al nuevo Londres

Santiago Garrido Rial
Santiago Garrido LA VOZ EN LONDRES

INTERNACIONAL

SANTI GARRIDO

La desconexión con Europa y la pandemia dejan al país falto de personal, pero la vida de los gallegos allí apenas ha cambiado

13 jun 2022 . Actualizado a las 10:54 h.

Uno de los muchos aspectos que han diferenciado las elevadas presencias migratorias gallegas en Reino Unido y Suiza es el de los lugares donde reunirse. Incluso en los tiempos actuales, en los que el mundo y la gente es tan diferente a lo que fue en los primeros años de éxodo, no hay cantón ni localidad mediana helvética que no tenga un bar o centro en el que los paisanos se reúnan en torno a su tierra.

En Londres y entorno, principal acaparador de destinos británicos, esos puntos han sido casi excepciones. Algo queda, claro, sobre todo en esa franja de Portobello Road en torno al colegio español Cañada Blanch (donde también se imparte la materia de gallego) que cumple este año medio siglo. Las dos tiendas de comestibles, los dos bares de la pequeña plaza... Justo en la esquina superior, al lado de esa frontera invisible de la zona portuguesa (con muchos veteranos gallegos en algunos de sus bares) estaba el Galicia, icónico restaurante abierto en 1990 y cerrado hace cuatro años, cuando el brexit llegaba para no marcharse. Hoy es un bar propiedad de Ed Sheeran.

El Galicia era una embajada, casi como el centro gallego de Harrow Road que ya va para los 54 años de actividad, con su parte hostelera muy activa. Y cosmopolita y abierto a todo y todos, como siempre fue Londres: todos quieren a Galicia aunque no sean de aquí. En el momento de la foto, con un trajín imparable para atender a dos comuniones en los comedores, el camarero cordobés y la clienta catalana no tienen ningún problema en arroparse con la bandera para presumir de lugar de encuentro. 

Eduardo Lage y José Nieto.
Eduardo Lage y José Nieto. SANTI GARRIDO

Hasta lo que fue el Galicia acuden, emocionados, Eduardo Lage Porto, de Betanzos, y José Nieto Alborés, de Esteiro. Jubilados, socios de toda la vida en sus varios negocios, pendientes de la actualidad desde esa atalaya de conocimiento que dan los 51 años que llevan en el país (constructores, instaladores de azulejos, vendedores de muebles de cocina, tienda de carpintería, responsables del café España...), hacen balance de lo que fue y lo que es ahora Londres. Miran alrededor y ven que todo ha cambiado.

Londres nunca ha parado. Y la actividad constructiva actual, las obras, las reformas, es impactante. Da la impresión de que el brexit ha puesto una marcha más en algunos sectores de la economía del país. Pero con mucha menos gente de fuera, otra de las grandes diferencias que ha traído el esta salida de UE. «Isto cambiou, si. Agora xa non se nota que chegue xente de fóra coma antes. E marchou moitísimas. Eu podo falar de ducias dos que se foron, e hai moito que non vexo caras novas», explica David Carril Castiñeira, camariñán, conserje en un centro deportivo exclusivo, y célebre gaiteiro que, entre otros cometidos, también da clases de música tradicional en el centro gallego.

Su vida no se ha visto afectada por las nuevas normas, como no sean lo retrasos en la recepción de paquetes, pero no es ajeno a las noticias de falta de personal en sectores diversos, por ejemplo para la recolección de las cosechas. La falta de mano de obra de obra es un comentario común en la mayor parte de entrevistados, sobre todo en la hostelería y construcción. Pero las consecuencias del brexit saltan a todos los niveles: «Xa se ve o que pasou nas eleccións en Irlanda do Norte, e en Escocia, e o que pasa cos conservadores», señala al respecto de las mareas de la política interna en este año y medio desde que se puso el candado en la frontera.

Guillermo Romero Tobío, de Vilagarcía
Guillermo Romero Tobío, de Vilagarcía SANTI GARRIDO

«No hay gente para trabajar», coincide Guillermo Romero Tobío, de Vilagarcía, criado en Santiago, que lleva 18 años en Londres y trabaja en el área de limpieza mecánica de un hospital. «Sobre todo de Europa del Este, se fueron muchísimos. Y fue por el brexit, porque hubo miedo y había mucha incertidumbre al principio. Era gente que ganaba dinero, eh! Y desapareció, se fue», explica. Cuenta sus impresiones en un conocido y enorme bar de Camden Town y mira alrededor: donde habitualmente se veían muchos extranjeros tanto trabajando como de clientes, ahora son sobre todo ingleses.

Guillermo se queja de que todo se ha encarecido mucho, salvo los sueldos, que se mantienen igual, aunque en algunos sectores sí han subido. Y le llama la atención que determinados productos desaparecen muy pronto de los supermercados. Pero se resiste (como otros consultados) a echarle la culpa de todo al brexit: «Ha sido entre eso y el virus. Yo creo que desde aquella falta de gasolina y el problema con los camiones. Todo ha dado un salto tremendo», añade.

Xabier Álvarez, del restaurante Trangallán
Xabier Álvarez, del restaurante Trangallán SANTI GARRIDO

«Hay un cóctel tan grande que es difícil saber de dónde viene todo exactamente», confiesa Xabier Álvarez Valdés en su restaurante Tranga, que antes fue el Trangallán en homenaje a una taberna mítica de Ourense, de donde es él. Un local que, durante el confinamiento, se convirtió en una especie de mercado de productos de alta calidad, y ahora ha vuelto a la normalidad, con productos que recuerdan mucho a Galicia, pero sin que se pueda ni se deba calificar como local gallego al estilo clásico. Como Guillermo, cree que los cambios son mezcla de brexit y pandemia. Lamenta que ahora haya tanto papeleo en la logística, porque eso cuesta tiempo y dinero. Una vez más, admite que faltan trabajadores para la hostelería, que sobre todo los del Este de Europa se fueron. «El brexit no me parece mal. Lo que me parece mal es que en la campaña se contasen tantas mentiras para favorecerlo, como se está viendo ahora», asegura.

Sabela García Otero, de Cervo
Sabela García Otero, de Cervo SANTI GARRIDO

Sabela García Otero, de Cervo, lleva casi siete años en Londres, donde es jefa de cocina en un importante restaurante, coordinando a un amplio equipo. También apunta a la pandemia y a nuevas normas como suma de un proceso de cambio que, de nuevo, ponen en evidencia la falta de personal, la marcha de quienes decidieron no regresar (o no pudieron), el encarecimiento del coste de la vida y de las mercancías y también sueldos algo mejores. De Inglaterra destaca, sobre todo, que si se vale y se trabaja es posible prosperar mucho.

Yessica Bello, de Abegondo, 33 años, es tercera generación de emigrantes: sus abuelos llegaron en el 53. El abuelo quería ganar para un tractor, pero se quedó 40 años. El negocio familiar es un hotel en Paddington, aunque ella es periodista. Casada con un camariñán, ha pasado también algunos años en Galicia.

El brexit no le gustó: «Con los años que llevo aquí, me sentí forastera. Tuve compañeros de trabajo que me pidieron disculpas por lo que había pasado. Ahora, ni me acuerdo de él, salvo que hay más papeleo. Y a mi madre le cuesta mucho encontrar personal».

Fuerte crecimiento de las exportaciones desde Galicia

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Pese a los nuevos requisitos burocráticos y aduaneros, la vida económica y empresarial sigue, y a Galicia no le va mal con el Reino Unido, país que siempre ha sido uno de los principales mercados para las compañías gallegas. Según los datos que facilita la Vicepresidencia e Conselleiro de Economía, Industria e Innovación de la Xunta, las exportaciones se han incrementado. «O ritmo de exportacións ao Reino Unido durante o primeiro trimestre de 2022 é o mellor da historia de Galicia, con 508,58 millóns de euros entre xaneiro e marzo, case o dobre que no mesmo período do ano pasado (72,9 % máis). E o que é máis importante, por riba tamén das cifras anteriores á pandemia, un 20 % máis que no primeiro trimestre do 2019», indican desde el departamento autonómico que dirige Francisco Conde.

Desde la Xunta explican que, a partir de la activación del brexit se han impulsado actuaciones para cooperar con el tejido empresarial gallego, tratando de minorar los efectos de la salida de la UE del Reino Unido. Una de ellas fue la puesta en marcha de la llamada Oficina Brexit, que ha atendido en este último año las consultas de las empresas, sirviendo como asesoramiento integral tanto para importar como para exportar, en materias laborales, fiscales, aduaneras, administrativas, de movilidad de los trabajadores, suministros, homologaciones, certificaciones o propiedad industrial, entre otros ámbitos. Y también se elaboró —explican desde la Vicepresidencia— un directorio con preguntas frecuentes, tratando de clarificar las dudas más comunes.

Una antena específica

A través del Igape, la Xunta activó una de sus antenas en Londres, que fue una continuación de aquellas oficinas de la red o plataforma empresarial de Galicia en Reino Unido, la Pexga, creada en su momento entre el Instituto Galego de Promoción Económica y la Confederación de Empresarios de Galicia. Es desde esta entidad desde donde se le ofrece a las empresa gallegas interesadas los servicios individualizados en destino, en función de cada caso.

Lo llamativo de esta antena, frente a las demás del Igape, es que se creó precisamente para afrontar la nueva situación derivada de la salida del Reino Unido de la UE. El área del vicepresidente Conde explica que su principal objetivo es «axudar as empresas galegas a cumprir as novas normas que rexen as relacións comerciais co Reino Unido. Para iso, asesora ás compañías no cumprimento de todas as obrigas formais que se esixen na actualidade», y también «ofrecer as ferramentas para evitar que a rendibilidade das empresas se vexa afectada negativamente polo brexit, contribuíndo a que o seu modelo de negocio sexa o máis eficiente posible».

Visado, empresa autorizada y nivel de inglés para poder trabajar

Desde hace justo año y medio es necesario tener un permiso de trabajo (visado) para poder trabajar en el Reino Unido, donde hay en la actualidad mucho empleo, que ha puesto en marcha una especie de sistema migratorio por puntos, unos requisitos mínimos a cumplir. Las empresas que quieran contratar a no británicos necesitan obtener la llamada licencia de patrocinados, que expide el equivalente al Ministerio del Interior británico. Y también se pide un nivel de inglés mínimo.

Con todo, existen numerosas particularidades y aspectos que es preciso analizar en detalle, y que muchos van conociendo en función de las necesidades. Ya nada es como antes: hay mucho que consultar en cuestiones de residencia, sufragio, seguridad social, asistencia sanitaria, trabajadores fronterizos, o permisos de conducción.

Desde la Oficina de Información Diplomática (Ministerio de Asunto Exteriores) indican que la Administración «ha desplegado una significativa campaña de información» para orientar a los españoles sobre los nuevos trámites administrativos y el marco normativo. Embajada y consulados siguen de cerca las cifras de permisos de residencia, tanto los indefinidos como los limitados. Han abierto una Ventanilla Única Brexit, con web específico sobre todos los aspectos que pueden afectar, con un correo electrónico de atención individualizada: emb.londres.brexit@maec.es. Embajada y consulado también actualizan datos al respecto, con enlaces a los sitios oficiales del Gobierno británico y teléfonos y direcciones a las que dirigirse en función de cada necesidad. Al igual que ha hecho la Administración gallega, también se puede consultar el listado de preguntas más habituales. Buena parte de los datos ya están disponibles desde el inicio de la separación, pero son útiles para quienes se enfrentan a ella por primera vez.