¿Quiénes son las víctimas del tiroteo de Texas?

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

INTERNACIONAL

Entre los siete niños identificados, seis tenían diez años y el más pequeño, ocho. Todos son de origen hispano

26 may 2022 . Actualizado a las 17:16 h.

A la hora del almuerzo, Alfred Garza supo por su esposa que no había podido recoger a la niña del colegio. Había habido un tiroteo y las puertas estaban selladas, le dijo. Se fue corriendo para allí y se pasó todo el día sentado en la acera, esperando para recoger a Amerie Joe, una niña «vivaracha» que acababa de celebrar su décimo cumpleaños hacía apenas dos semanas. «Hablaba con todo el mundo» y «siempre estaba gastando bromas», contó Garza a The New York Times y a la radio pública NPR.

 «Al principio decían que había habido disparos, pero que nadie había resultado herido. Luego, que había algunos heridos», señaló. Y poco a poco el ambiente se hizo más lúgubre y más tenso, con augurios más negros. Con todo, cuando hicieron pasar a su familia a una habitación del centro cívico para decirles que su pequeña se encontraba entre las víctimas, no podía creérselo.

La abuela de Amerie Joe, Berlinda Irene Arreola, contó a un diario local que su nieta llegó a marcar en su móvil el 911, pero antes de que pudiera hacer la llamada Ramos le disparó.

Siete niños de diez años, uno de ocho y dos maestras son las primeras víctimas identificadas por las familias. Todos son de origen hispano. Uvalde es una de las ciudades de paso de miles de migrantes que cruzan desde México.

El primero alumno en ser identificado fue Xavier López, un chicho de diez años al que le gustaba jugar al fútbol y comer hamburguesas. Su madre había estado con él esa mañana en el colegio para la ceremonia de fin de curso, sin imaginar que sería la última vez que lo vería. Fue precisamente la madre, Felicha Martínez, quien confirmó su muerte al diario The Washington Post, y describió a su hijo como un niño divertido, que jamás estaba serio y cuya sonrisa nunca podrá olvidar.

Dos primas

También tenían diez años tres de las otras víctimas identificadas hasta ahora: Rogelio Torres, Jackie Cazares y Annabelle Rodríguez, que eran primas. Jackie había celebrado su primera comunión hacía solo dos semanas. La familia de Annabelle había sufrido varias pérdidas por el covid, «y ahora que la cosa empezaba a pasar, viene esto», suspiró su padre consternado. «Estamos devastados y con el corazón roto», dijo la tía de Rogelio.

La maestra Eva Mireles murió abrazada a sus alumnos tratando de protegerlos. «Eres una heroína, mamá, pero esto no parece real», le lloró su única hija en una carta que hizo pública, y agregó: «Solo quiero escuchar tu voz cuando me despiertes por la mañana, molestarte mientras duermes la siesta y pelearnos por cualquier tontería para luego reírnos juntas de ello. Lo quiero todo. Te quiero de vuelta». Eva llevaba 17 años ejerciendo de docente y estaba casada con un policía de Uvalde.

La otra profesora de cuarto grado fallecida es Irma García. La educadora llevaba 23 años trabajando en el centro escolar y, según su hijo, Christian, se erigió en escudo humano para proteger a sus alumnos. Casada y con cuatro hijos, fue finalista en el 2019 junto a otros 18 profesores del área de San Antonio (Texas) del premio de la Universidad Trinity a la excelencia en la enseñanza.

Elijah Cruz Torrez, también de diez años, no quería ir a la escuela el martes, pero sus padres le dijeron que tenía que hacerlo, según contó el abuelo a Fox News.

Uziyah García solamente tenía ocho años. «El niño más dulce que he conocido», dijo su abuelo, Manny Renfro. El abuelo recordó la última vez que había visto a su nieto durante las vacaciones escolares, que aprovecharon para practicar pases de fútbol.