Zelenski abronca a Occidente por no frenar antes a Rusia y evitar la guerra

Salvador Arroyo MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

Zelenski, durante su intervención este lunes en el Foro de Davos.
Zelenski, durante su intervención este lunes en el Foro de Davos. LAURENT GILLIERON | Efe

Pide en Davos «verdaderas sanciones»  contra Moscú y una retirada total de las empresas extranjeras de Rusia, a las que ofreció seguir operando en Ucrania y participar en la reconstrucción.

23 may 2022 . Actualizado a las 22:00 h.

El presidente Volodímir Zelenski saltó del agradecimiento al reproche en su esperada intervención telemática este lunes en el Foro de Davos. Y aunque el desarrollo argumental no es nuevo —de forma directa o sucinta, lo viene haciendo en sus discursos internacionales desde prácticamente el estallido del conflicto—, llamó la atención el tono: destiló ansiedad y resignación. Y el triunfalismo del pasado apenas si se diluyó en una frase con sentido doliente: «Ucrania está perdiendo mucho, todos los días, pero eso nos hace más fuertes», dijo.

Hoy se cumplen los 90 días de una guerra que ha consolidado a Rusia como paria internacional y en la que la unidad de Occidente se traduce en apoyo bélico a Ucrania con miles de millones en ayudas. También en una política de aislamiento hacia el invasor que está incidiendo en la recuperación económica. Pero Zelenski considera que aún se puede hacer más. Que no es suficiente. La situación es ya angustiosa. «A Ucrania le queda poco tiempo», sentenció.

El presidente habla ya de bajas en su Ejército: entre 50 a 100 soldados muertos al día en el Dombás, aseguraba la víspera. En Davos también se dirigió a sus interlocutores confirmando el hallazgo de 87 cadáveres en Desna, región de Chernígov, víctimas de un ataque con misiles rusos el 17 de mayo. Unas muertes sin sentido. Y un futuro incierto para el país que se enfrentará a una larga y costosa reconstrucción. Por eso Zelenski pidió toda la ayuda posible: «verdaderas sanciones» que obliguen a Moscú a «pagar por sus agresiones» y una retirada total de las empresas extranjeras de Rusia, a las que ofreció seguir operando en Ucrania y participar en la reconstrucción.

Después pasó a los reproches. Así, recriminó a la comunidad internacional no solo que las medidas activadas contra Rusia sean insuficientes. Para ello la colocó ante el espejo de la historia. En trazo grueso acusó a Occidente de ser vacilante y permisivo con Moscú en las semanas previas a la embestida. Y en un flashback de mayor proyección le culpó de mirar hacia otro lado cuando Rusia se anexionó la península de Crimea en el 2014. De aquellos polvos, estos lodos.  

Punto de inflexión

«Ucrania no habría tenido que soportar esta guerra, con tantas bajas, si se hubieran impuesto duras sanciones el otoño pasado». «Si hubiera existido una unidad total en el 2014, ¿habrían lanzado la invasión de febrero?» Una pregunta retórica para la que tenía clara el no. Y no fue la única. En su media hora larga de una intervención que arrancaba pasadas las once de la mañana, el mandatario ucraniano, con camiseta de campaña, incidía en una idea: se ha llegado ya a un punto de inflexión.

«¿Dominará la fuerza bruta el mundo? Este es el momento en el que se decide. Si es así, no tiene sentido celebrar reuniones como Davos». Y planteó otra cuestión con carga de profundidad: «Deberían despertarse cada mañana con el sentimiento '¿Qué he hecho hoy por Ucrania'». No cabían eufemismos.

Zelenski fue el encargado de abrir el Foro Mundial de Davos que no se ha celebrado los dos últimos años por la pandemia y por el que pasarán más de 190 líderes mundiales además de grandes fortunas empresariales y expertos internacionales.

Ucrania capitalizó la primera jornada de esta cita con una agenda cargada hasta el jueves en la que también tienen cabida el cambio climático, la escasez de alimentos en África, la crisis energética o el débil crecimiento económico.