Ya son casi mil los soldados que se ha rendido, pero sus comandantes siguen en la acería  en Azovstal

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

En las últimas horas se unieron otros 694 combatientes a los 259 que se rindieron en la noche del lunes. La Duma tramita una resolución que prohibiría un canje con «criminales nazis»

18 may 2022 . Actualizado a las 21:14 h.

Rusia cifra en 959 los militares ucranianos que se han rendido en la acería Azovstal, último bastión de resistencia en Mariúpol, después de que se unieran en las últimas 24 horas 694 combatientes a los 259 que se entregaron la noche del lunes, según el parte matutino de este miércoles del portavoz del Ministerio ruso de Defensa, general mayor Ígor Konashénkov, difundido por Efe. No obstante, los comandantes de los evacuados aún permanecen en la planta siderúrgica, según el líder separatista prorruso de la autoproclamada república de Donetsk, Denís Pushilin. «Hasta ahora no han salido comandantes del más alto nivel», señaló Pushilin, según la agencia de noticias local.

Ya el martes, distintas fuentes apuntaban a que en los sótanos del complejo industrial podría haber todavía más de mil combatientes del batallón Azov, unidad que Moscú considera un grupo nazi, de los cuales unos 600 estarían heridos. Pese al desalojo de soldados,los ataques aéreos y de artillería continúan contra la instalación industrial, lo que confirmaría que efectivamente en el interior quedan aún unidades del Ejército ucraniano.

Según el Instituto para el Estudio de la Guerra en EE.UU., el Kremlin podría haber aceptado la rendición condicional de los defensores de Azovstal para asegurarse la victoria en Mariúpol a fin de desviar las críticas en las redes sociales sobre el revés sufrido hace unos días al cruzar el río Donets —donde Moscú habría perdido dos batallones y más de 80 tanques— y la lentitud general de la invasión. 

El Ministerio de Defensa ruso dijo que entre los últimos soldados que se han rendido hay 29 heridos. No informó sobre su destinos, aunque la noche del martes siete autobuses con combatientes partieron hacia una antigua colonia penitenciaria en la ciudad de Olenivka, localidad de Donetsk controlada por Rusia, y medio centenar de heridos graves fueron ingresados en el hospital de Novoazovsk, a unos 40 kilómetros de Mariúpol.

Rusia publicó vídeos supuestamente grabados en el hospital para difundir el mensaje de que los militares reciben un trato humano. Uno de los defensores hospitalizados afirma, sin que se sepa si lo hace de forma voluntaria o no: «Nos tratan bien, no hay presión física o psicológica y nos dan de comer».

Un mensaje que no rebaja la preocupación por el destino de los soldados como prisioneros de guerra. Kiev confía en poder intercambiarlo por soldados rusos, pero Moscú no ha hablado aún de esta posibilidad. Este miércoles. el pleno de la Duma decidió retrasar el proyecto de resolución que prohibiría un canje por «criminales nazis», como califica Rusia a los miembros del batallón Azov.

El Comité de Investigación de Rusia dijo la víspera que interrogará a los militares de Azovstal en el marco de «la investigación de casos penales relacionados con los crímenes del régimen de Kiev contra civiles en el Donbás»..

Pushilin indicó de hecho que un tribunal decidirá sobre el destino de los militantes ucranianos que salieron de Azovstal. «En cuanto a los criminales de guerra, así como a los que son nacionalistas, su destino, si deponen las armas, debe ser decidido por la corte militar», señaló.

Según Pushilin, no solo los comandantes son considerados «criminales de guerra», sino también aquellos que cumplen sus órdenes y «llevan la ideología nazi en sus acciones y hechos, especialmente contra la población civil».

El Comité de Investigación de Rusia dijo la víspera además que interrogará a los soldados que salieron de la acería.

«Los investigadores interrogarán a los militantes que se escondían en la planta de Azovstal en Mariúpol en el marco de la investigación de casos penales relacionados con los crímenes del régimen de Kiev contra civiles en el Dombás», dijo la oficina de prensa del Comité, según la agencia oficial Tass.

Según este órgano, que depende directamente del presidente ruso, Vladimir Putin, los investigadores «identificarán a los nacionalistas, verificarán su participación en crímenes contra civiles y la información obtenida se comparará con otra información disponible en los materiales del caso».