Los socialistas franceses giran a la izquierda para sobrevivir

Asunción Serena PARÍS / E. LA VOZ

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François Kalfon, uno de los dirigentes críticos con el pacto con Mélenchon, este jueves, a su llegada a la reunión del consejo nacional del Partido Socialista
François Kalfon, uno de los dirigentes críticos con el pacto con Mélenchon, este jueves, a su llegada a la reunión del consejo nacional del Partido Socialista MOHAMMED BADRA | EFE

Aprueban por amplia mayoría el polémico pacto con Mélenchon

07 may 2022 . Actualizado a las 09:27 h.

El consejo nacional del Partido Socialista (PS) francés ha aprobado por amplia mayoría el acuerdo común de la izquierda para las elecciones legislativas que lidera La Francia Insumisa (LFI). Según el primer secretario del partido, Olivier Faure, los socialistas necesitaban deshacerse de su imagen de «creadores del macronismo» y dejar claro a su electorado que están «en la izquierda» para poder sobrevivir.

Pero la decisión podría dejar heridas traumáticas en el seno del Partido Socialista y habrá que ver en el futuro si merecía la pena distanciarse del macronismo echándose en los brazos de la extrema izquierda.

El acuerdo con ecologistas y comunistas bajo el paraguas de Jean-Luc Mélenchon, la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes), fue adoptado por 167 votos a favor, 101 en contra y 24 abstenciones. Antes tuvo lugar un debate tenso entre los partidarios y los que se oponían a este cambio de orientación histórico. «Corremos tras la zanahoria de la radicalidad, y hemos perdido de antemano», afirmó François Kalfon, miembro de la mesa nacional, mientras que Faure lanzó una invitación «a los piensan que el PS está muerto»: «Marchaos».

Más allá del apoyo de Martine Aubry, la «dama de las 35 horas» semanales de trabajo, hija de Jacques Delors (expresidente de la Comisión Europea), que apuesta por el acuerdo a pesar de mantener ciertas «reservas sobre Europa», y del de los alcaldes de otras ciudades como Nantes y Marsella, la dirección del PS se enfrenta a la mayoría de las figuras históricas de la formación. 

Pesos pesados en contra

François Hollande ha «recusado el acuerdo», su antiguo primer ministro Bernard Cazeneuve ha abandonado el partido, mientras que Anne Hidalgo se ha abstenido porque «no quería impedir un acuerdo electoral dirigido a combatir la regresión ecológica y social», pero denuncia que el pacto «no respeta a las personas» ni «aporta garantía necesarias sobre la OTAN, la Europa de la defensa o la laicidad».

Con el voto a favor al acuerdo con La Francia Insumisa, el Partido Socialista ha optado por obtener un espacio donde poder seguir existiendo porque las proyecciones sobre los futuros resultados de las legislativas indican que solo cinco socialistas pasarían a la segunda vuelta de las elecciones generales. Es decir, el Partido Socialista quedaría reducido, con suerte, a cinco diputados de los 577 que forman la Asamblea Nacional. Con la Nupes se presentan en 70 circunscripciones conjuntas, lo que amplía claramente las posibilidades de poder obtener un grupo parlamentario en la Asamblea.

Pero el precio a pagar es el de renunciar a su identidad europeísta. El acuerdo prevé «desobedecer» ciertos tratados europeos para «poner fin al rumbo liberal y productivista de la Unión Europea». Significa también pasar página a la presidencia de François Hollande porque el pacto incluye la derogación de la ley de Trabajo El Khomri y la vuelta a la jubilación a los 60 años.

Laurence Rossignol, antigua ministra de Familia de Hollande, intentó desdramatizar la situación: «Es un acuerdo electoral que va permitir que ganemos un máximo de diputados. No es un pacto de gobierno».