El Kremlin amenaza con una «dura respuesta» si la OTAN alienta a Ucrania a atacar suelo ruso

Rafael M. Mañueco MOSCÚ / COLPISA , EUROPA PRESS

INTERNACIONAL

Un soldado ucranino vigila desde un tanque el frente de la ciudad de Lyman.
Un soldado ucranino vigila desde un tanque el frente de la ciudad de Lyman. JORGE SILVA | Reuters

Moscú acusa a Ucrania de bombardear su territorio en varias regiones fronterizas. Los drones cedidos por Turquía a Kiev logran superar las defensas antiaéreas y destruir arsenales y depósitos de combustible

28 abr 2022 . Actualizado a las 20:40 h.

Rusia alertó este jueves de las posibles consecuencias que podrían traer consigo las «provocaciones» de los países occidentales cuando alientan «abiertamente» a Ucrania a atacar objetivos militares en territorio ruso con armamento de la OTAN.

«Occidente está pidiendo abiertamente a Kiev que ataque a Rusia, incluso con armas recibidas de los países de la OTAN», dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova, haciendo mención a las recientes declaraciones en ese sentido del viceministro británico de Defensa, James Heappey.

Esta semana, el viceministro de Defensa británico defendió el derecho «legítimo» de Ucrania a atacar objetivos militares en territorio ruso para cortar los suministros y la capacidad bélica de Moscú.

En ese sentido, Zajarova alertó tanto a Kiev como al resto de «capitales occidentales» de que deberían «tomarse en serio» las advertencias del Ministerio de Defensa ruso «de que más provocaciones para atacar objetivos rusos conducirán a una dura respuesta» por parte de las tropas del Kremlin, informa la agencia TASS.

Zajarova cree que estas declaraciones de los socios de Ucrania «evidencian» que «el régimen» del presidente Volodímir Zelenski «no es independiente» y que «depende completamente» de «agentes externos» para tomar sus decisiones, como demuestra, dijo, que Kiev haya bombardeado ya regiones fronterizas.

Ataque en territorio ruso

Un arsenal militar junto al poblado de Stáraya Nelidovka, situado a una veintena de kilómetros de la frontera con Ucrania, en la región rusa de Bélgorod, fue objeto el miércoles de un ataque con drones desde territorio enemigo, según anunció el gobernador de la región, Viacheslav Gladkov, quien afirmó que hubo cuatro explosiones. El depósito de armas sufrió un fuerte incendio y quedó casi totalmente destruido. Gladkov dijo que no se registraron víctimas y que el fuego no se extendió a edificios cercanos.

Otro gran incendio afectó el lunes a un depósito de combustible en la zona de Briansk, también fronteriza. Tampoco hubo damnificados.

También en la madrugada del miércoles, en las cercanas regiones rusas de Kursk y Voronezh, igualmente vecinas de Ucrania, las autoridades declararon que las explosiones en el cielo grabadas con teléfonos por numerosos usuarios de las redes sociales fueron cohetes de la defensa antiaérea disparados contra drones ucranianos.

Los gobernadores de Kursk, Román Starovoit, y Voronezh, Alexánder Gúsev, llamaron a la calma a la población, ya que, según sus palabras, el trabajo de interceptación de los ingenios no pilotados de fabricación turca que utiliza el Ejército de Kiev «fue todo un éxito», ya que, según su relato, no llegaron a causar destrucción ni víctimas. «Se confirmó la información preliminar: un vehículo aéreo no tripulado ucraniano fue interceptado en el cielo sobre la región de Kursk.  Los cálculos de nuestra defensa aérea no fallaron. Respondieron rápida y eficientemente. Nadie resultó herido, no hubo daños», según afirmó Starovoit en su canal de Telegram. El lunes también informó de que «la defensa antiaérea derribó dos drones ucranianos en el distrito de Rilsk».

Responsables de las regiones de Bélgorod y Briansk han denunciado varias veces bombardeos supuestamente lanzados desde el territorio enemigo, lo que ha llevado a que sea declarado el «nivel amarillo de amenaza terrorista» en todas las provincias del entorno. El lunes, Gladkov señaló que una aldea «fue objetivo de disparos» y que había «civiles heridos».

El asesor de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, señaló en referencia a lo que sucede en Kursk, Voronezh, Bélgorod y Briansk, que «si se decide atacar masivamente a otro país, tarde o temprano habrá que pagar las deudas. Ahora estas regiones entienden lo que significa el concepto desmilitarización, ya que sus almacenes de munición y depósitos de carburante están explotando», aunque no reconoció que detrás esté Ucrania.

El pasado 1 de abril, Gladkov ya avisó de que «dos helicópteros ucranianos dispararon de madrugada varios misiles contra un depósito de combustible» en la ciudad de Bélgorod, provocando un gigantesco incendio. Las redes sociales publicaron vídeos del momento en el que los aparatos dispararon los proyectiles, lo que produjo la sorpresa general al resultar inexplicable que pudieran penetrar cincuenta kilómetros en territorio ruso sin ser detectados ni derribados.

Estado de emergencia

Las autoridades de Bélgorod ya acusaron anteriormente a las tropas ucranianas de bombardear la zona. El 23 de marzo, en las aldeas de Zhuravliovka y Nejoteevka, justo en la frontera, fue decretado el estado de emergencia después de la explosión de un proyectil.

Al día siguiente Rusia afirmó que las explosiones se repitieron y que, como resultado, una persona murió y tres resultaron heridas. Después, el 29 de marzo, saltó por los aires un arsenal, si bien Moscú admitió oficialmente que la causa de las explosiones fue el «incumplimiento de las normas de seguridad».

Los separatistas de la autoproclamada república de Transnistria, en Moldavia, también culpabilizan a Ucrania de ser la responsable de los ataques de los tres últimos días. El Ministerio del Interior de este enclave secesionista prorruso aseveró que en la noche del martes «se detectaron varios drones» y, horas después, «se efectuaron disparos desde el lado ucraniano en dirección a Kolbasnoe, en donde hay un almacén de armas.

Según los expertos, es el mayor depósito de municiones en Europa. Quedaron allí tras la retirada del Ejército soviético» y se encuentra a tan solo dos kilómetros de la frontera. Según el ministro de Exteriores de Transnistria, Vitali Ignatiev, «las explosiones de los últimos días no fueron aleatorias». «Son actos terroristas y las pistas conducen a Ucrania», dijo. Pero Volodímir Zelenski cree que Rusia trata de «desestabilizar» Transnistria para abrir un nuevo frente en su guerra y advirtió de que su Ejército «está preparado para una posible intervención de las tropas rusas en Moldavia».