Kiev asegura que ha hundido el buque insignia de la flota rusa en el mar Negro

Rafael M. Mañueco MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

El crucero lanzamisiles Moskvá, el pasado julio, en aguas del Bósforo YORUK ISIK | REUTERS

El Kremlin afirma que el Moskvá sigue a flote, pero admite que sufre «graves daños» y los atribuye a un incendio

15 abr 2022 . Actualizado a las 08:26 h.

En las redes sociales circula la imagen de una de las explosiones que sacudió el miércoles la torreta y la cubierta del navío ruso Moskvá (Moscú), el buque insignia de la flota rusa del mar Negro, obtenida por un barco turco que se encontraba en las inmediaciones. La deflagración que muestran las imágenes es fortísima. No obstante, cuando todos los indicios daban por sentado que el barco se había hundido irremediablemente pasado el mediodía, el Ministerio de Defensa ruso emitió este jueves un comunicado asegurando que «el crucero sigue a flote, el foco del fuego está localizado y las explosiones de la munición han cesado. El armamento principal, los misiles, no ha resultado dañado», añadía.

La nota señala también que «la tripulación fue evacuada» y que el navío sería remolcado a puerto. «La causa del incendio se está investigando». Pero ni una sola palabra sobre el número de posibles muertos y heridos, algo muy previsible teniendo en cuenta la envergadura del siniestro.

Misiles antiaéreos Launcher en San Petersburgo, en una imagen de archivo.

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Sin embargo, el Estado Mayor del Ejército ucraniano sostuvo que «la mayor parte de la tripulación del Moskvá, que oscilaría entre 510 y 758 marinos, se hundió junto con el barco. Según algunos informes, solo 16 tripulantes fueron rescatados». Anteriormente, varios medios informaron de que una embarcación turca acudió en ayuda del crucero ruso, logrando salvar a 54 marineros. Así lo aseveró el ministro de Defensa lituano, Arvydas Anusauskas, que citó fuentes turcas y confirmó el hundimiento del buque. Pero estas informaciones fueron después desmentidas por funcionarios turcos en declaraciones a la cadena BBC.

Impacto de dos misiles

El jefe de la Administración regional de Odesa, Maxim Marchenko, explicó este jueves que el crucero ruso Moskvá fue alcanzado por dos misiles ucranianos Neptún. «¡Fue exactamente adonde lo enviaron nuestros guardias fronterizos de la isla de las Serpientes!» afirmó Marchenko a través de Telegram, en referencia a los soldados que, al principio de la invasión de Ucrania, respondieron a la petición de rendición de los mandos del buque lanzamisiles con un rotundo: «¡Vete a la mierda!».

«Los misiles Neptún, que custodian el mar Negro, causaron daños muy graves al barco ruso», declaró Marchenko. Las informaciones fueron confirmadas por Oleksiy Arestóvich, asesor de la Oficina del Presidente de Ucrania, al explicar que «el crucero, con una dotación de 510 tripulantes, está en llamas en este momento en medio de una fuerte tormenta». «Dos marineros fumaron en el lugar equivocado, o una vez más violaron algunas medidas de seguridad, bueno, de alguna manera no tuvieron suerte», añadió en tono sarcástico el asesor presidencial.

«Graves daños»

Poco después, el Ministerio de Defensa ruso emitió un comunicado admitiendo que el barco había sufrido un «incendio» a causa del cual se había producido una «detonación». «El navío sufrió graves daños, por lo que la tripulación fue evacuada por completo. Se están estableciendo las causas del incendio», rezaba la nota de prensa castrense distribuida por RIA-Nóvosti y otras agencias rusas. La evacuación precipitada de la tripulación del Moskvá indujo a pensar que el crucero se estaba yendo a pique. Este jueves, fuentes de Turquía y Rumanía aseguraban que el buque se había hundido por completo, algo que negaban desde Moscú, donde insistían en que el barco se mantenía a flote pese a los «graves daños».

Este navío, de 190 metros de eslora y buque insignia de la flota rusa del mar Negro, es uno de los cruceros con las armas más poderosas de la Marina rusa. Su equipamiento incluye misiles de crucero Vulkán y Fort, cohetes antiaéreos, y dispone de una poderosa artillería antibuque.

El crucero lanzamisiles Moskva (Moscú), buque insignia de la flota rusa del mar Negro, en una imagen de archivo SERGEI ILNITSKY | EFE

Pertenece al proyecto 1164 Atlant, fue construido en la época soviética en los astilleros de Mykolaiv y botado en 1982. Originalmente llevaba el nombre de Slava (Gloria). Acompañó al presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, a la cumbre de Malta de 1989 con su homólogo estadounidense, George H. W. Bush. Ya en el año 2000, con el nombre de Moskvá, se convirtió en el buque insignia de la flota rusa del mar Negro.

El crucero también participó en la guerra de Siria. Después, se sometió a un proceso de reparación y modernización durante varios años. Recibió varias veces la visita del presidente Vladimir Putin.

Incidente en la isla de las Serpientes

Al principio de la actual guerra, los mandos del Moskvá exigieron la rendición de las tropas fronterizas ucranianas desplegadas en la isla de las Serpientes, exigencia que fue rechazada tajantemente por los soldados. Fue entonces cuando el departamento de Correos de Ucrania emitió un sello en el que aparece el barco y, desde la orilla, un soldado ucraniano le muestra el puño con el dedo del medio levantado. Los miembros de la unidad de guardafronteras allí desplegada fueron apresados, pero más tarde fueron liberados en un intercambio de prisioneros.

Menos ataques

Las autoridades ucranianas destacaron que los lanzamientos de misiles contra las ciudades se redujeron este jueves de forma notable. Además de eliminar la actividad del Moskvá, el ataque ucraniano obligó a la Armada rusa a retirar mar adentro los otros diez buques de guerra que tenía desplegados frente a las costas de Odesa. Kiev ha acusado a Moscú de lanzar misiles de crucero desde el mar Negro y el mar de Azov contra objetivos civiles en tierra.

El Moskvá no sería el único barco que las fuerzas ucranianas han logrado destruir. El pasado 24 de marzo, un mes después del inicio de la invasión de Ucrania, fue hundido otro buque de guerra ruso, el Sarátov, que estaba atracado en el puerto de Berdiansk, en el mar de Azov.