La OTAN redefinirá en Madrid su estrategia ante desafíos como la invasión de Ucrania

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Un soldado noruego, a bordo de un tanque, durante las maniobras militares realizadas por la OTAN en el país nórdico el pasado marzo.
Un soldado noruego, a bordo de un tanque, durante las maniobras militares realizadas por la OTAN en el país nórdico el pasado marzo. YVES HERMAN | REUTERS

La Alianza Atlántica, que señala el alineamiento de Rusia y China como la gran amenaza para la seguridad de Norteamérica y Europa durante la próxima década, desplegará en su flanco oriental una fuerza permanente capaz de repeler agresiones

11 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los 30 países que forman la Alianza Atlántica se reunirán el 29 y el 30 de junio en Madrid en una cumbre que llega «en el momento más complejo de sus 73 años de historia», según recoge un informe del Grupo de Trabajo de la OTAN que anticipa algunos de los grandes temas que protagonizarán una cita que, a causa de la invasión rusa de Ucrania, adquiere una relevancia sin precedentes.

El texto, titulado El futuro de la OTAN en la era de la disrupción, ha sido elaborado por un grupo de analistas de think tanks internacionales integrado en la Transatlantic Leadership Network (TLN) y apunta las grandes líneas del nuevo Concepto Estratégico que la Alianza aprobará en Madrid y que revisará el acuerdo de Lisboa del 2010.

Nuevo paradigma

La Europa en paz del 2010 ya no existe. «El área euroatlántica está en paz y el riesgo de un ataque convencional contra el territorio de la OTAN es bajo». El mundo del que hablaba el acuerdo del 2010 ya no existe. La agresión de Rusia a Ucrania y los múltiples desafíos a Occidente obligan a rediseñar por completo la estrategia de la Alianza.

Las principales amenazas

Moscú y Pekín, bajo los focos. En lo que bautiza como la nueva «era de la disrupción», el análisis del Grupo de Trabajo de la OTAN identifica a Moscú y Pekín como las dos principales amenazas para Europa y Norteamérica. Los grandes riesgos para Occidente proceden, según el estudio, de «una Rusia revisionista, que busca abiertamente revertir los cambios experimentados en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial y someter a sus vecinos a una esfera de influencia rusa, y una China militarmente poderosa y tecnológicamente avanzada que plantea un desafío permanente a la comunidad trasatlántica y a otras naciones democráticas». A esto, subraya el informe, se añade el efecto multiplicador de estas amenazas que supone el «estrecho alineamiento de Rusia y China».

Cohesión interna

Una alianza de democracias. El texto incide en la necesidad de reforzar la cohesión interna de la OTAN con una «reafirmación de que es una alianza de democracias». En este sentido, subraya que Moscú busca «romper la influencia de las sociedades democráticas abiertas, no por lo que hacen, sino por lo que son». «Putin considera que una democracia ucraniana exitosa sería un desafío al autoritarismo en Rusia», alerta el documento, que insiste en que el Kremlin «ha demostrado ya que está dispuesto a usar tanto la fuerza militar como la coerción para cambiar el mapa de Europa».

Vladimir Putin, el pasado diciembre, durante su comparecencia anual ante la prensa.
Vladimir Putin, el pasado diciembre, durante su comparecencia anual ante la prensa. YURI KOCHETKOV

Despliegue en el este

Más presencia de tropas de EE.UU. El análisis del Grupo de Trabajo de la OTAN indica que la estrategia de Rusia, con acciones que por ahora se sitúan debajo del umbral que obligaría a la OTAN a responder de inmediato a un ataque a sus aliados, ha demostrado la existencia de «brechas» en la política de disuasión de la Alianza frente a Moscú. El nuevo Concepto Estratégico contemplará un refuerzo del despliegue en los países del Este, con una presencia permanente de tropas de EE.UU., especialmente en los Estados bálticos. En esta línea, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, avanzó este domingo, en una entrevista con el diario británico The Telegraph, que la Alianza establecerá en Europa oriental una fuerza permanente «capaz de repeler de forma inmediata cualquier agresión». También se reforzará la cooperación con Suecia y Finlandia, miembros de la UE que no pertenecen a la OTAN. 

Escenarios

Cinco ámbitos de actuación. Las amenazas ya no se limitan a agresiones convencionales, por lo que la Alianza se propone reforzar su capacidad de respuesta militar en cinco ámbitos: tierra, mar, aire (incluida la defensa antimisiles), ciberespacio y espacio exterior. Dada la intensidad de los ataques informáticos contra infraestructuras críticas, se plantea crear un cuartel general específico de ciberseguridad y ampliar la cooperación trasatlántica en esta materia.

Reequilibrio

Redistribución de papeles. En la cumbre de Madrid también se reasignarán los papeles que desempeñan en la Alianza Estados Unidos y Europa. El objetivo es buscar un reequilibrio, con un mayor gasto europeo en defensa (hasta el 2 % del PIB) y una mayor coordinación entre EE.UU. y los miembros de la UE, que ganarán protagonismo en materia de seguridad en su territorio.

Disuasión nuclear

Nueva respuesta a la doctrina rusa. La creciente preocupación ante las amenazas rusas de utilizar su arsenal atómico hace que la OTAN se proponga salir de la cumbre de junio con «una doctrina nuclear clara para hacer frente a la estrategia rusa de escalar para desescalar», en referencia a la tesis de Moscú de que podría recurrir a sus armas nucleares para poner fin a una guerra convencional.