Ketanji Brown hace historia como primera jueza afroamericana del Tribunal Supremo de EE.UU.

Mercedes Gallego NUEVA YORK / COLPISA

INTERNACIONAL

Joe Biden se fotografia con Ketanji  Brown Jackson, tras ser confimada en el Senado como nueva jueza del Tribunal Supremo.
Joe Biden se fotografia con Ketanji Brown Jackson, tras ser confimada en el Senado como nueva jueza del Tribunal Supremo. DPA vía Europa Press

De 52 años y graduada en Harvard, el nombramiento de la magistrada ha dividido al Senado, donde solo tres republicanos la dieron su respaldo

08 abr 2022 . Actualizado a las 10:55 h.

Por primera vez en 223 años de historia de Estados Unidos, Ketanji Brown Jackson se convertirá en la primera mujer afroamericana en ser jueza del Tribunal Supremo cuando el presidente Joe Biden la tome juramento este viernes en el cargo. Lo hará después de que el Senado confirmase el jueves por la noche su nominación. Solo tres republicanos se sumaron a ese momento histórico que, según la vicepresidenta Kamala Harris, era «toda una declaración» de quiénes son como país. Ella misma es la primera mujer que ocupa ese cargo, pero aunque la igualdad avance inexorablemente por el camino de la razón, el escaso apoyo que obtuvo Ketanji Brown hablaba más del clima de intolerancia política que se vive en el país que de la integración.

La jueza de 52 años graduada en Harvard había sido confirmada por el mismo órgano dos veces antes, la primera como jueza federal y la segunda como miembro del Tribunal de Apelaciones de Washington DC. Lo único que ha cambiado desde entonces es la férrea división entre ambos partidos y, más en concreto, la radicalización de la formación conservadora que abrazó a Donald Trump. Y es que otros hitos históricos, como la confirmación la primera mujer al Supremo en la candidatura de Sandra Day O'Connor, se aprobaron por unanimidad en 1981. Hoy Brown ni siquiera hubiera cumplido el requisito de la mayoría absoluta que se estilaba entonces.

Un «gigantesco paso»

Los demócratas estaban decididos este jueves a que los republicanos no les aguaran la fiesta, por lo que ignoraron el escaso apoyo recibido por parte de la oposición para celebrar «el gigantesco paso que ha dado Estados Unidos hacia una unión más perfecta», se congratuló el líder del Senado, Chuck Shummer.

Con ella no cambia el balance ideológico del tribunal que Trump inclinó hacia el lado conservador al nombrar a tres de los nueve jueces que se sientan en él, porque sustituye a Stephen Breyer, otro juez de corte progresista de 84 años que dejará el cargo a final de junio. Brown se ha comprometido a dejar a un lado sus ideas para leer estrictamente la letra de la ley, pese a las acusaciones de los senadores más radicales que han intentado descalabrar su proceso de confirmación con preguntas trampa como definir qué es una mujer.

La jueza ha mantenido la serenidad y ha aguantado estoicamente el juego político, a sabiendas de que su confirmación para un cargo vitalicio estaba prácticamente asegurada por la unidad de los demócratas en este momento histórico siempre que no metiera la pata.

Con esta victoria el partido puede recordar a sus bases de cara a las elecciones legislativas de noviembre por qué es importante votar, más allá de las presidenciales.