Los soldados rusos ocultaron bajo tierra cadáveres para esconder su rastro

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

INTERNACIONAL

Los cuerpos de la alcaldesa de Motitzyn, su marido y su hijo de 25 años fueron hallados con signos de tortura

05 abr 2022 . Actualizado a las 19:01 h.

La retirada de las tropas de rusas de Kiev va dejando a su paso nuevos episodios de crueldad. Tras la masacre de Bucha, en Motitzyn, un pequeño pueblo al suroeste de la capital, han sido localizados varios cadáveres maniatados y con signos de tortura. Uno de ellos es el de  Olga Sukhenko, la alcaldesa. Sus restos han aparecido junto a los de su marido y su hijo de 25 años. Estaban enterrados en un pinar cercano a la casa de la edil. El cuerpo inerte de otro hombre fue hallado en un pequeño pozo, a pocos metros de allí. 

Según explican agencias internacionales, la alcaldesa y su familia fueron secuestrados por el ejército ruso el pasado 24 de marzo, por negarse a obedecer las órdenes de los soldados. Las tropas del Kremlin los ocultaron bajo tierra para esconder su rastro, pero los vecinos lo vieron: «Cogieron a los tres, los torturaron y después los asesinaron», cuenta un hombre que dice ser testigo de lo ocurrido. Los cuatro cadáveres aparecieron maniatados y con los ojos vendados. Un modus operandi similar al de Bucha, donde imágenes satelitales corroboran que a principios de marzo ya había civiles muertos esparcidos por las calles.

Tal y como recoge la cadena norteamericana CBS, el cuarto cuerpo hallado en la fosa no se pudo identificar. Aunque las investigaciones apuntan a que podría tratarse de un miembro de las fuerzas de seguridad de Ucrania. «La escoria la mató a ella, a su hijo y a su marido después de torturarlos», dijo el asesor del Ministerio del Interior de Ucrania, Anton Gerashchenko, en un mensaje publicado en Telegram, que recoge la misma cadena.