El astronauta de la NASA que Rusia bajó a tierra en una Soyuz

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Vande Hei (centro), ayer, tras aterrizar en Kazajistán en una Soyuz
Vande Hei (centro), ayer, tras aterrizar en Kazajistán en una Soyuz BILL INGALLS / NASA

La agencia rusa negó rumores sobre su intención de dejarlo en la Estación Espacial Internacional como represalia a las sanciones

31 mar 2022 . Actualizado a las 08:57 h.

A una llanura de Kazajistán cayeron este miércoles desde el cielo el astronauta estadounidense Mark Vande Hei y los cosmonautas rusos Antón Shkáplerov y Piotr Dubrov. Lo hicieron a bordo de la Soyuz MS-19 procedentes de la Estación Espacial Internacional (EEI), cuyo futuro es cada vez más incierto debido a las sanciones impuestas a Rusia por su campaña en Ucrania. Vande Hei batió el récord de permanencia de un astronauta de Estados Unidos tras pasar en órbita 355 días seguidos, 15 más que el anterior récord de un estadounidense. Pero su proeza estuvo empañada por los rumores de que las autoridades espaciales rusas fueran a dejarlo tirado en la estación como represalia a las sanciones económicas al Kremlin tras su invasión de Ucrania, según recoge Efe.

Medios occidentales, entre ellos Fox News, barajaron la posibilidad de que Roscosmos, la agencia espacial rusa, se negase a traerlo de vuelta. Desde Moscú se apresuraron a desmentir estas suposiciones, recalcando que «Roscosmos nunca ha permitido que nadie dude de su confiabilidad como socio». 

Ante el final de una era

Otro de los hitos simbólicos del viaje de Vande Hei es que se trata del último astronauta estadounidense en volar a la EEI a bordo de una nave rusa, ya que los siguientes inquilinos de la NASA llegaron a la plataforma orbital a bordo de naves Crew Dragon, desarrolladas por la compañía estadounidense SpaceX. Y no solo eso, sino que regresó también en una Soyuz. Aunque Washington y Moscú continúan negociando la posibilidad de «vuelos cruzados» y no la descartan del todo, esta se torna cada vez más remota, al igual que la de muchos otros proyectos conjuntos, debido a la guerra, según apunta Efe. El aterrizaje de Vande Hei podría convertirse, por lo tanto, en el símbolo del fin de todo el abanico de la cooperación internacional en el espacio y, más aún, del punto final de la EEI.

Roscosmos, tras las sanciones internacionales que afectan a empresas del sector espacial, aclaró que Rusia podría retirarse de este proyecto internacional, lo cual sería equivalente a su fin. «El 31 de marzo es el último día que tienen la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA) para responder a nuestro requerimiento de que levanten las sanciones contra dos de nuestras empresas», señaló el director general de Roscosmos, Dmitri Rogozin.

La respuesta solicitada por Rogozin definirá la decisión rusa sobre su disposición a prolongar la vida de la plataforma orbital internacional hasta el 2030, al igual que sobre la reanudación de los vuelos conjuntos con la NASA. De momento, Rusia tiene previsto participar en la EEI hasta el 2024, con la intención de lanzar después su propia estación. La EEI fue puesta en órbita en 1998 y fue proyectada para tener una vida útil de 15 años.