Sanciones
Román Abramóvich, que ha tenido que poner a la venta el Chelsea por las sanciones impuestas a los oligarcas rusos afines al régimen de Putin, ha dejado temporalmente su residencia en Londres y dos de sus megayates se encuentran atracados en la costa turca, a salvo de las duras medidas impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido.
Según una fuente del Gobierno estadounidense citada por la agencia Reuters, los servicios de inteligencia norteamericanos atribuyen a «factores ambientales» los síntomas del presunto envenenamiento que sufrieron Abramóvich y los dos negociadores ucranianos.